En México, alrededor del 50% de los niños, niñas y adolescentes entre los 12 y 17 años de edad han sufrido algún tipo de bullying, lo cual entorpece los procesos de aprendizaje en un entorno que debería ser amigable para los alumnos, dice el informe del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef), titulado Violencia en las escuelas: una lección diaria.
El estudio, que abarca encuestas a alumnos y alumnas de los países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que este problema no es exclusivo de México, ya que la mitad de los niños, niñas y adolescentes (unos 150 millones) sufrieron algún tipo de agresión en su centro escolar por parte de sus compañeros.
“Los estudiantes se enfrentan cada día a múltiples peligros, como peleas, la presión de unirse a las bandas, acoso (en persona y en línea), disciplina violenta, agresiones sexuales y violencia armada. A corto plazo, esto perjudica su aprendizaje; a largo plazo, puede acarrear depresión y ansiedad y puede llevar al suicidio. La violencia es una lección inolvidable que ningún niño tiene que aprender”, señaló la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Por su parte, el representante de la Unicef en México, Christian Skoog, aseveró que parte fundamental para atender el problema del bullying es escuchar a los jóvenes, conocer sus inquietudes y propuestas de soluciones, por lo que este sábado llevarán a cabo un conversatorio sobre este tema.
“En Unicef, queremos que los niños y jóvenes sean agentes de cambio en los temas que afectan sus vidas y que, por medio de discusiones de este tipo, nos comuniquen a los adultos lo que necesitan para sentirse a salvo en la escuela y sus inmediaciones y trabajen conjuntamente con nosotros para articular e implementar soluciones”, dijo Skoog.
La mesa redonda del próximo sábado será parte de una estrategia a nivel mundial para enfrentar el problema del bullying.
“Las sesiones, dirigidas enteramente por estudiantes, con intervención mínima de adultos, ofrecen a los jóvenes una plataforma para compartir sus experiencias vinculadas a la violencia, expresar sus necesidades en cuanto a seguridad en la escuela y las inmediaciones de los planteles educativos, y contribuir a la elaboración de la mencionada lista de recomendaciones a ser presentadas a dirigentes”, finalizó la Unicef.