Así se vivió el ritual de pueblos indígenas previo a la construcción del Tren Maya

No somos museo, ni mucho menos extranjeros de nuestra propia nación, también somos mexicanos: Emilio Ramón Ramírez

El Sol de México Online

  · domingo 16 de diciembre de 2018

Foto: Hugo Sánchez

Chiapas.- En un ambiente cultural y etnico, este domingo se llevó a cabo el ritual de pueblos originarios a la Madre Tierra, para la anuencia del Tren Maya en Palenque.

Adornado con flores exóticas típicas de esta región de México, hawaianas y heliconias rojas, así como palmas verdes, el antiguo aeropuerto de Palenque fue escenario del inicio de trabajos de recuperación de la infraestructura ferroviaria y donde iniciará la ruta del Tren Maya que conectará a los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo a lo largo de mil 500 kilómetros.

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El olor a incienso, el tronar de los cohetes, y el sonido de la música de las comunidades indígenas, amenizaron el lugar en espera de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, de Daniel Chávez, dueño de Grupo Vidanta y Miguel Alemán Magnani, dueño de Interjet.

La mayoría de las personas vestidas de blanco, como se les había pedido, en voz del licenciado Emilio Ramón Ramírez Gutiérrez , secretario para el desarrollo sustentable de los pueblos indígenas, explicó de manera muy general, en lo que consistiría dicho ritual.

Comenzó recordando que hace aproximadamente 3 mil años, los mayas que se ubicaban en el periodo preclásico tuvieron que partir, sin embargo, destacó que su descendencia aún prevalece y son los encargados de pedir permiso a la Madre Tierra con motivo a los inicios de las obras de construcción del Tren Maya.

Señaló que ellos tienen la conexión entre el hombre y la naturaleza, razón por la que deben devoción y sabiduría a la Tierra.

Sabremos velar por el futuro de nuestros pueblos

Emilio Ramón Ramirez dijo que al ritual asistieron los doce representantes de las etnias de origen maya y que por tanto, pedían respeto a los medios de comunicación, ya que, comentó, muchas de las veces se modifica el significado de las cosas.

Destacó que la ceremonia lleva todo un proceso “ya caminamos la combinación con lo divino y la madre tierra, ofrecimos ya La Luz de las velas, olor a incienso”.

Posteriormente darían inicio a ofrecer comida para la Madre Tierra “porque como hermanos indígenas, por nuestros usos y costumbres hay que pedirle permiso, puesto que de ella comemos y caminamos”

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En medio del lugar en donde se llevó a cabo esta ceremonia se encontraba un hoyo el cual en su interior contenía tierra y además, será el lugar en donde aseguraron se sembrará la primera piedra para las obras del Tren Maya, simulando lo que también se conoce en otras regiones como “Pachamama”.

Además de esto había pozol de cacao, aguardiente, tortilla, cestos que contenían pollos, incienso, en representación a lo que acostumbran a comer campesinos de la región; a los alrededores de este círculo que se formó, estaban personas deteniendo palmas.

El olor de incienso y el aguardiente fueron esenciales, ya que con ellos pedirían el permiso para iniciar con la modernización del lugar.

“Es algo histórico en la Tierra porque nos han tomado en cuenta, no como aquellos que han maltratado nuestra tierra y nuestra nación”

Ramírez Gutiérrez dijo que los indígenas apoyan el gobierno de AMLO porque se preocupa por el bienestar de su pueblo y del país.

Luego de explicar un poco este proceso, dieron inicio de manera formal al ritual; esto es muy importante para los que conforman los grupos indígenas, ya que hasta para la siembra, realizan la ceremonia para pedir permiso, esto con la idea de que si brindan comida con aguardiente a la Madre Tierra rendirán frutos las cosechas, “el Tren Maya tiene que correr para el bienestar y desarrollo de México”.

La mayoría de las personas que asistieron al evento fueron vestidas de blanco, tal como se les pidió; un minuto de silencio bastó para comenzar.

Dos hombres mayores, quienes ejercen el cargo de “rezadores“ fueron los protagonistas; se hincaron frente a la ofrenda y en su idioma comenzaron a realizar peticiones a la Madre Tierra.

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Luego de unos minutos de rezos, los hombres pidieron que se les acercara el aguardiente, bebida que comenzaron a derramar en el hoyo lleno de tierra.

Luego de rociar por todo el pedazo de tierra el aguardiente, lo taparon con lo que parecían ser pencas, colocaron un pollo y luego tortillas; pasaron incienso por encima mientras que cada unos de los hombres continuaba con los rezos.

Finalmente destacaron la presencia de doce velas que representaban los doce meses del año y a su vez, las doce etnias originarias de Chiapas.


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Foto Cuartoscuro

Foto: Instagram soyjuangabriel

Foto: Especial