El robo de agua a través de tomas clandestinas aumentó en estados de la República que son azotados por la sequía. De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en estados como Durango, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Zacatecas, las tomas clandestinas del líquido aumentaron entre 70 y 110 por ciento en 2021, cuando más de la mitad del territorio nacional fue declarado en situación de sequía extrema.
En Chihuahua, por ejemplo, durante el año pasado, un total de 198 tomas fueron denunciadas por la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), el doble a las registradas durante 2020, cuando fueron reportadas 99. En lo que va del año, el estado ya registra 63 tomas ilícitas de agua detectadas y 12 mil 654 desde 2014.
JMAS ha detectado que el problema más grave está en las líneas de conducción que extraen el agua del acuífero El Sauz-Encinillas para llevarlo a los chihuahuenses, aunque es creciente en el Chihuahua-Sacramento y se intensifica en el Tabalaopa Aldama. El agua robada se estaría utilizando para el riego agrícola, vegetaciones en granjas y hasta comercialización del líquido.
Según el Monitor de Sequía en México publicado por Conagua el 6 de mayo, todo el estado de Chihuahua tiene sequía, destacando la zona noreste donde llega a un nivel excepcional.
En otros estados, también seriamente golpeados por la falta de lluvia, como San Luis Potosí, Aguascalientes y Guanajuato, las tomas clandestinas del año pasado fueron el delito ambiental más denunciado, superando a la tala o la caza ilegal, de acuerdo con cifras de las Fiscalías estatales consultadas por El Sol de México.
En San Luis Potosí, por ejemplo, el año pasado se presentaron 47 denuncias penales por robo de agua, frente a las 10 por tala clandestina y dos por caza ilegal.
En Aguascalientes, la Fiscalía reporta un total de 19 denuncias penales por robo de agua, en lo que va del año, y sólo dos por tala ilegal.
Mientras que el Instituto del Agua del Estado de Nuevo León reportó que en 2021 el número de tomas clandestinas de agua en la entidad se disparó 107 por ciento, al pasar de 505 en 2019 a mil 47 el año pasado, la cifra más alta para este periodo en los últimos cuatro años.
Nuevo León es otro de los estados donde la falta de agua ya es alarmante. A finales de marzo se decretó en la zona metropolitana de Monterrey el corte escalonado de agua para enfrentar la escasez del líquido, mientras que la presa La Boquilla registró niveles menores de 25 por ciento de su capacidad.
Esto se debe a que la mayor parte de la entidad presenta algún nivel de sequía, siendo la zona norte donde menos lluvias se han registrado, según el Monitor de Sequía en México.
LAS DENUNCIAS NO CESAN
Los datos de Conagua señalan que el problema del robo de agua está presente a lo largo y ancho del país, puesto que cada vez son más las denuncias de este delito, que es realizado mediante diversos métodos, principalmente tomas clandestinas en las redes de distribución, pozos operados de manera ilegal y extracción ilícita en ríos y lagunas.
De acuerdo con estimaciones de Conagua, las tomas clandestinas detectadas el año pasado dejaron sin agua a más de un millón de personas en todo el país, aunque subraya que existen muchas porque aún no se han detectado.
La sequía ha golpeado con mayor fuerza a los estados del noroeste del país, aunque otras regiones de Hidalgo, Sinaloa y Zacatecas también sufren por la escasez.
En Hidalgo, la mayor parte de sus 84 municipios están en la categoría altamente seco, pero en el oeste de la entidad sí hay una sequía severa. Mientras, en Sinaloa la mayor parte de la entidad está en sequía moderada. Finalmente, el estado de Zacatecas padece sequía moderada, aunque en alguna región la Conagua reporta que no hay falta de agua.
La sequía, que se ha prolongado durante los tres últimos años, ha generado tensiones en diferentes regiones del norte del país como en Coahuila, donde desde 2020, integrantes de los 20 módulos de riego que hay en la Comarca Lagunera, en la cuenca Nazas-Aguanaval, conformaron el Frente en Defensa del Agua y de la Tierra para exigir un freno al huachicoleo de agua por diversas organizaciones criminales que buscan y pretenden lucrar con el recurso hídrico.
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En Chihuahua, más de centenar de agricultores se enfrentó en septiembre de 2020 con la Guardia Nacional tras tomar el control de la presa La Boquilla, con un saldo de dos muertos y varios heridos, entre ellos cinco elementos militares; mientras a principios de abril, ejidatarios del municipio de Jaumave, Tamaulipas, anunciaron que se unieron para crear una autodefensa que resguarda con machete en mano y sin el respaldo de las autoridades encargadas de la seguridad, el río Guayalejo, cuya agua es punto central del conflicto que mantienen con productores de limón de la región.
A estos conflictos sociales podrían sumarse otros, ya que según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, la sequía en el norte de México podría afectar las cosechas, lo que se traduciría en una falta de alimentos.