En promedio, Estados Unidos ha abierto en el último año una investigación diaria sobre tráfico de armas a México, que han derivado en el arresto de 410 personas, 149 órdenes de registro y la incautación de mil 125 armas de fuego y 680 mil cartuchos de municiones.
De acuerdo con el último informe sobre la Operación Sin Rastro, que el gobierno estadounidense puso en marcha en octubre de 2019 en la frontera con México como parte de la colaboración con nuestro país para detener el flujo ilegal de armamento desde la Unión Americana, se han decomisado 28 millones de dólares en divisas.
El documento, elaborado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), advierte que a través de los años, la violencia con armas en México, particularmente donde los carteles de la droga están involucrados, ha aumentado constantemente y reconoce que más de 70 por ciento de los asesinatos documentados recientemente han sido cometidos con armas de fuego, muchas de las cuales fueron obtenidas en Estados Unidos antes de ser contrabandeadas hacia nuestro país.
Asimismo, explica que las compras ilícitas hechas por “representantes” en tiendas y exhibiciones de armas, por internet o mediante ventas de persona a persona son frecuentemente el paso inicial en la cadena del tráfico ilegal de armamento hacia México, que regularmente es financiada con dinero en efectivo obtenido del narcotráfico.
“Las pistas confidenciales del público denunciando incidentes de contrabando de armas de fuego han sido un contribuidor importante en el éxito de la Operación Sin Rastro”, destaca el informe.
De acuerdo con el diagnóstico de ICE, el tráfico “hormiga” de armas desde Estados Unidos aumentó durante la pandemia en entidades mexicanas como Chihuahua y Baja California, donde la violencia y los homicidios con armas de fuego se han disparado en los últimos meses.
“Aproximadamente 95 por ciento de las personas que ingresan con armas o cartuchos al país son ciudadanos estadounidenses que forman parte de alguna estructura delictiva”, afirma el estudio.
Además, acepta que los ciudadanos estadounidenses han encontrado vacíos legales que les permiten salir muy fácilmente de los procesos penales que pueden enfrentar en México por traficar armas desde el país del norte.
El tráfico de armas desde Estados Unidos es una de las preocupaciones de nuestro país debido a que son usadas por el crimen organizado.