Los tres casos de sarampión en la Ciudad de México y uno más en Baja California que dio a conocer esta semana la Secretaría de Salud, avivó la polémica sobre las consecuencias de no vacunar a los niños y la libertad de los padres de permitir que sean inmunizados o no.
Desde hace dos décadas, el movimiento anti-vacunas en Estados Unidos y Europa, se ha basado en el artículo del médico Andrew Wakefield, quien en 1998 publicó en la revista científica The Lancet que la vacuna triple viral, contra el sarampión, la rubéola y las paperas, causaba autismo.
Aunado a“motivaciones religiosas, creencias personales, conocimientos naturistas, influencias familiares y anecdóticas. La proporción de padres que se percibe que optan por no vacunar a sus hijos es más alta en aquellos hogares que tienen un mayor poder adquisitivo”, según una publicación de la Dirección de Investigacióndel Hospital Infantil de México Federico Gómez.
Científicos comprobaron que el “artículo de Wakefield estaba construido con datos falsos y manipulados, además su autor principal no había hecho públicos sus conflictos de interés: estaba siendo financiado por abogados que demandaban a la industria de las vacunas”, de acuerdo con el artículoVacunar, decisión individual que afecta la salud colectiva, de la Agencia Informativa Conacyt.
Las consecuencias de no vacunar a los niños“pueden provocar el resurgimiento de enfermedades que en el pasado ocasionaron discapacidad y muerte a la humanidad, y sus argumentos para cuestionar la utilidad de las vacunas, como si éstas se trataran de una moda más, no cuentan con fundamentos científicos reales, se basan en suposiciones, creencias o interpretaciones erróneas”, explica Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Movimiento anti-vacunas
En2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa contabilizó21 mil 315 casos de sarampión y 35 muertes como consecuencia, un 400% más que el año anterior, un mínimo histórico, cinco mil 273 casos. También documentó la disminución en los cuadros de vacunación de la población infantil. Rumania registró el mayor número de casos: cinco mil 562; Italia: cinco mil 6 casos;Ucrania: cuatro mil 767. Detrás de esos países, los más afectados son Grecia (967), Alemania (927), Serbia (702), Tayikistán (649), Francia (520), Rusia (408), Bélgica (369), Reino Unido (282), Bulgaria (167), España (152), República Checa (146) y Suiza (105).
“Es una tragedia que simplemente no podemos aceptar. Cada nueva persona afectada por el sarampión en Europa nos recuerda que los niños y adultos no vacunados, independientemente de dónde vivan, siguenen riesgo de contraer la enfermedad y contagiarla a personas que quizá no puedan o no quieran vacunarse”, comentó la directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Zsuzsanna Jakab.
Y en México
El doctor Luis Durán Arenas, director del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA), apunta que “afortunadamente en México no tenemos grupos anti-vacunas muy importantes, sin embargo, existen”, al referirse al reforzamiento de estrategias por parte del sector salud para convencer a la población de que hay una corresponsabilidad con la vacunación.
Sin embargo, “la vacuna DTP3, que protege contra difteria, tosferina y tétanos, en México disminuyó a 87 % su cobertura nacional en 2015, cuando en el año 2000 fue del 97%”, según la Agencia de Información del Conacyt.
“El Programa de Vacunación Universal, el cual es público y gratuito, a nivel mundial es uno de los esquemas más completos, lo que ha permitido hacer frente a amenazas de enfermedades prevenibles por vacunación”, señala Durán Arenas.
De acuerdo con el funcionario, los datos sobre la cobertura de vacunación en México son dignos de competir con países como Finlandia o Noruega. Lo anterior, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.
El Consejo Nacional de Vacunación (Conava) comenzó hace más de tres décadas para trabajar un esquema de vacunación que promoviera las acciones de prevención, protección y erradicación de enfermedades, algunas que ya han sido erradicadas como la viruela y otras que representan todavía un reto, como el sarampión.
En 1976, el esquema de vacunación contaba con la cobertura de seis enfermedades (tuberculosis, polio, difteria, tos ferina, tétanos, y sarampión). Para 1998, había aumentado a ocho (rubéola y parotiditis) que en el año 1999 se sumaron a 10 enfermedades con la inclusión de la vacuna pentavalente de células completas (DPT, Haemophilusinfluenzae tipo b y hepatitis B). Para el nuevo siglo se sumaron 6 más (influenza, hepatitis, rotavirus, neumococo, virus del papiloma humano y neumococo para adultos) para un total de 14 vacunas en el esquema de vacunación. Con ello se tiene una cobertura en el periodo de 2013 a 2017 de 345 millones de dosis de vacunas.
La primera Semana Nacional de Salud 2018 se enfocó a la aplicación de vacuna oral contra la poliomielitis (Sabin) en niños de 6 a 59 meses. En la segunda Semana Nacional de Salud, en mayo, se vacuna con segunda dosis contra virus del papiloma humano a las adolescentes de 5° grado de primaria y de 11 años no escolarizadas. En la tercera, que se lleva a cabo en octubre, se aplican las dos anteriores más la vacuna triple viral (SRP) a niños y niñas de nuevo ingreso a primarias y de 6 años no escolarizados.
Para cada Semana Nacional de Salud se utilizan 16 mil 347 Unidades Médicas, 498 mil 773 puestos de vacunación en sitios estratégicos, 543 mil 543 brigadas, 969 mil voluntarios, 56 mil 366 de personal de salud, con lo que se benefician a 66 millones de niños y niñas menores de 10 años, y 16 millones de personas de 10 a 45 años.
Frase: “Las vacunas sí se necesitan, evitan enfermedades de manera individual y comunitaria, previenen consultas, hospitalizaciones y evitan que se utilicen antibióticos, hay que volver a voltear a ver eso”
Mauricio Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM.