No solo los dos locales de la tortería Armando, en la esquina de Humboldt y Colón están cerrados, por los menos otros cuatro negocios tuvieron que bajar sus cortinas a causa del socavón que se formó en esa zona, la cual luce desolada.
La zona del socavón amaneció resguardada por integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, quienes impedían el paso en el cruce de esas vías, además de que fue cerrada a la circulación la lateral de Paseo de la Reforma, entre las avenidas Juárez e Hidalgo.
Los trabajos siguieron a toda marcha, por lo que maquinaria pesada colocaba vigas de metal en el hoyo, a fin de evitar que se ampliara.
Ramón Aguirre Velázquez, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, acudió el lugar para dar seguimiento a los trabajos consistentes, en primer lugar, evitar que se amplíe el socavón y una vez estabilizado proseguir a taparlo.
Sobre Paseo de la Reforma se encuentra el hotel Fontain, el cual, a decir María Elena Villegas, gerente de ventas, en ningún momento fue desalojado, como se dio a conocer en redes sociales, y se mantiene abierto, luego de que peritos de Protección Civil determinaron que el inmueble no corría ningún riesgo.
Sin embargo, por la noche sus huéspedes padecieron de falta de luz y de agua, servicios que se restablecieron paulatinamente, luego de que las autoridades de la delegación Cuauhtémoc los apoyaron con pipas y surtieron de agua al edificio.
En cuanto a la energía eléctrica, dio a conocer que usan una planta de luz, por lo que el servicio a los clientes se mantiene con una ocupación de 85%.
La directiva de dicho hotel reconoció que ha habido salida de huéspedes del hotel, las cuales, aseguró, son normales y no salieron debido a los problemas derivados del socavón.
A su vez, los integrantes de la familia Zayas, originarios de Querétaro, manifestaron que llegaron a alojarse a las once de la noche del jueves y que nadie del hotel les informó de las condiciones en que se prestaba el servicio en el hotel, sin agua y escasa energía eléctrica, pero dado lo avanzado de la hora decidieron quedarse y no buscar alojamiento en otro lado.
Agregaron que también se quedaron incomunicados, pues sin luz no pudieron recargar sus teléfonos
celulares.
Otros que resultaron perjudicados por el socavón fueron los taxistas turísticos que dan servicio a dicho hotel, quienes ahora tienen que ocupar la lateral de Paseo de la Reforma, para ofrecer su servicio a los huéspedes.
Por lo que toca a los locales ubicados en dicho inmueble sobre Paseo de la Reforma, una tienda de comida rápida y un empeño lucían con las cortinas abajo, mientras que una cafetería estaba abierta, pero sus empleados dijeron que el dueño del negocio les dio la orden de no dar servicio.
Asimismo, los dos locales de la tortería Armando, fundado en 1892, que comparten las esquinas de las calles Colón y Humboldt tenían las cortinas abajo, junto con KFC, que en su puerta de entrada anuncia que no había servicio.
Los que sí dieron servicio, fueron los puestos ambulantes de tacos, jugos y tortas colocados a la entrada de la calle de Colón, cuyos empleados atendieron a sus clientes en medio del escandaloso ruido de la maquinaria pesada que luchaba para evitar que el socavón se hiciera más grande.
Sin embargo, las afectaciones se resintieron en varias cuadras aledañas al lugar donde se registró el hoyo, ya que locales comerciales ubicados en las calles de Balderas e Independencia no tenían energía eléctrica y tuvieron que echar mano de plantas de luz, entre restaurantes, tiendas, locales de empeño y tiendas de ropa, a fin de atender a la clientela.