A ocho meses de haber asumido el cargo como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra ha sido cuestionada por activistas y defensoras de derechos de las víctimas, ya que sostienen está lejos de la realidad y sobre todo ausente de los temas que afectan a los mexicanos.
La hija de quien fuera la precursora del movimiento de búsqueda de personas desaparecidas en el país, causó polémica desde su postulación por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que era activa militante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Nuevo León y más aún de la forma abrupta en la que rindió protesta al cargo en la Cámara de Senadores.
En entrevista con El Sol de México, María Elena Morera Mitre, presidenta de Causa en Común e Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro, coinciden en señalar que la CNDH en la era de Piedra Ibarra está “callada y ausente”, ya que dejó de lado su vocación garantista de los derechos de las víctimas. Sobre todo, dicen, no está velando por los derechos de los ciudadanos, sino que está velando por los derechos del Estado.
Morera Mitre sostiene que la CNDH era garante de los derechos, ya que trabaja en conjunto con la sociedad al interponer acciones de inconstitucionalidad en temas que afectaban los derechos humanos y ayudaba a las víctimas, pero “con la nueva presidente ha hecho un cambio donde no fortalece a las víctimas y no atienden a los que se están quejando en este país”.
“Hay una pérdida de autonomía desde el momento que Rosario Piedra fue nombrada casi directamente por el Presidente, cuando es un órgano autónomo, pero además hay una debilidad institucional por la pérdida de recursos, porque ha puesto como visitadores a personas que no tienen los estudios necesarios para hacer ese trabajo, además de que no cumplen con la ley y los pone como directores y ahora quiere cambiar a la CNDH y poner una defensoría del pueblo lo que sea lo que eso signifique”, expresó.
María Elena Morera, por su parte, sentenció que más allá de la intención de cambiarle el nombre al organismo que fue creado en 1990 en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari “no está actuando por los derechos de las personas y no hemos visto que se pronuncie por la violación de los derechos de los migrantes por parte de la Guardia Nacional o por los hechos violentos que se registra en el país”.
En el mismo sentido, Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro, sostuvo que hasta ahora la CNDH “no cubre las expectativas de los ciudadanos de un organismo tan importante, por lo que urgió a que recupere su autonomía”.
Wallace agregó que “la CNDH debe recuperar su autonomía y su eficacia. Aunque de alguna manera creo que sí necesaria como mucha más acciones concretas para ver que vele por los intereses de los ciudadanos”.