OAXACA.- Después de varios días de desaparecidos los tres pescadores que estuvieron perdidos en el mar del Oceano del Pacifico desde el 7 de enero, fueron llevados a flote a bordo de la Patrulla ARM Mitla PC 334.
De acuerdo a las información de la Marina, el rescate se realizó por una embarcación de la Marina frente al puerto de Acapulco y a 200 millas de Huatulco. Al llegar al muelle fueron atendidos por personal médico de la marina para valorarlos.
Wilfredo Morales Escobar de 35 años, Israel Morales Ramírez de 45 años y Adolfo de 22 años de la Cooperativa Pesquera La Cruz del Sur, se perdieron a inicios del año después de salir desde Puerto Escondido a pescar tiburones a bordo de la embarcación “Virgo”.
En entrevista con los náufragos, Israel Morales dijo que tuvieron que batallar con la lancha.
"Entramos a un lugar donde si conocíamos, pero desgraciadamente una falla en un tapón que lleva la lancha, se salió y nos causó el hundimiento, por eso fuimos atropellados por las grandes olas".
"Ahorita se me hace fácil expresarlo, pero no se lo deseamos a nadie, son cosas que dios hace, no sé si para que nosotros tengamos más cuidado, pero estamos agradecidos con dios, porque estamos con vida".
Comíamos animalitos, agarramos tortugas, le cortamos su pescuezo y tomábamos su sangre y sangre de pato, lo combinamos con orina, para sobrevivir
En cuanto a los motores, “se mojaron y automáticamente no arrancó (la lancha), y sin gasolina porque cuando nos volteó la ola tiramos todos, la hielera, hielos, todo… y nos sostuvimos con vida".
"Veíamos las embarcaciones, barcos y avionetas, pero pasaban muy lejos de nosotros; salimos a pescar a 10 millas y cuando nos encontraron estabámos a más de 200 millas, el mal tiempo del mar nos alejó de la costa".
Morales narró que la mala experiencia, les deja muchas cosas, una de ellas es tener fe en Dios y otra exigirles a los patrones mejor equipo para navegar seguros y "no repetir la misma historia".
En el muelle de Huatulco, sus familiares los esperaban, y con llanto y emoción abrazaron a sus familiares, después que casi perdían la esperanza de verlos con vida.