Desde viajes a lugares santos, incienso y mirra en granos, medallitas, pesebres y biblias hasta tazas y playeras con frases católicas y cristianas, se convirtieron en un “milagro” económico para Cristianus, primer “Amazon religioso” en el mundo que con sólo cuatro meses de existencia, convulsionó a Argentina y ya busca llegar a México.
El marketplace nació en plena pandemia por Covid-19, con el objetivo de agrupar a empresas, tiendas y emprendedores que venden mercancías relacionada con la religión. Una especie de “Mercado libre de Dios”, en palabras de su fundador, Omar Vázquez, quien junto con su esposa tuvo la visión de crear el primer lugar en la red para comercializar productos religiosos para cualquier ocasión.
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En un año particular y de la mano del “boom” del ecommerce, que el confinamiento por el coronavirus potencializó en todo el mundo, Vázquez, quien se considera un multiemprendedor, logró en cuatro meses lo que pocos negocios han conseguido: elevar sus ventas en más de 700 por ciento y todo gracias a la religión.
Se animó a emprender y apuntó a un público que, según dijo en entrevista con El Sol de México, es de nicho e incluye tanto a católicos como a evangélicos.
Ahora busca llegar a México donde, según datos del Inegi, 87 por ciento de la población profesa la religión católica.
“Queremos ser la primera opción de los mexicanos para que adquieran, a través de internet, productos religiosos, pues creemos que en un país tan católico se requiere una opción así”, subrayó.
Vázquez explicó cómo funciona la dinámica de la novedosa Cristianus, cuyo fin también es colaborar con los emprendedores en tiempos de crisis. Por tal motivo, cuando una empresa o marca se inscribe, no debe pagar comisión ni tiene un cargo de publicación, aunque reconoce que una vez que concluya la pandemia el objetivo es cobrar por la promoción de los productos.
Sin conocer más que Cancún y Playa del Carmen, como turista, Vázquez está dispuesto a potencializar su idea en México, motivado por lo que ha visto en televisión de festividades como la de la Virgen de Guadalupe, a la que millones de personas asisten cada 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe. “Conocemos que la fe católica en México es muy fuerte”, dijo.
Incluso está dispuesto a desafiar las restricciones de importación recién impuestas por el Banco Central argentino.
“¿Los mexicanos son muy católicos?”, cuestionó y aseguró que el objetivo de llegar a México va más allá de lo económico.
“Queremos ayudar a la sociedad para que venda sus productos. Ayudar a los pequeños emprendedores en un mercado especializado que vende mucho y que no está muy explorado, pero además a los católicos, a los evangélicos que deseen adquirir productos religiosos sin salir de sus hogares”, afirmó.
Agregó que hasta el momento lo que más vende Cristianus son libros y cosas para las fiestas como tazas y playeras.
De acuerdo con la página en internet, Cristianus inició con una inversión inicial de un millón de pesos y hoy tiene más de cinco mil socios registrados, 100 tiendas asociadas, mil 500 productos a la venta y 100 mil seguidores.
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