Frontera México-Guatemala.- La desesperación y el cansancio hacen mella entre las familias de la caravana hondureña que aún permanece en las inmediaciones del Puente Internacional “Rodolfo Robles”.
Los más jóvenes, expresan esa angustia tomando medidas extremas como arrojarse de una altura de más de 7 metros para caer a las aguas del río Suchiate y nadar hasta la margen izquierda.
Frente a la mirada de autoridades mexicanas, Cruz Roja, Protección Civil, así como organismos internacionales, jóvenes hondureños caminan peligrosamente sobre las orillas del puente. Los más decididos superan su miedo para finalmente llegar nadando a lado mexicano.
La logística del Instituto Nacional de Migración consiste en otorgar hasta 20 fichas para poder realizar el registro de migrantes, que se lleva a cabo en las ventanillas del Puerto Internacional. El operativo es tedioso, desesperante para quienes hoy cumplieron una semana de caminar bajo el sol y la lluvia que no ha cedido en los últimos días.
En los 600 metros del río Suchiate todavía permanecen varados unos mil hondureños, que por ratos sacuden enfurecidos el portón de gruesos tubulares grises, pero al interior del poblado de Ayutla, en el parque central, la desesperanza hace presa de otros 2 mil hondureños que vagan con la mirada perdida o se sientan en las banquetas mientras entierran la vista al suelo.
Del lado mexicano, el Suchiate, siguen llegando migrantes al Centro Social “Francisco I Madero”, y parque central, lugar donde se encuentra el primer albergue temporal que es operado bajo los protocolos del Sistema Estatal de Protección Civil. Ahí se encuentran unos 3 mil extranjeros de diferentes nacionalidades, muchos de los cuales han aprovechado la coyuntura para recibir ayudas.
37 kilómetros adelante, en Tapachula, el Instituto Nacional Migratoria atiende a unos 340 migrantes más en la Estación Siglo XXI en donde tras pernoctar una primera noche, iniciaron los trámites para su solicitud de refugiado en territorio mexicano, solicitud que se les otorgaría si se demuestra que efectivamente las condiciones de su país ponen en riesgo su libertad, seguridad y vida.
En las instalaciones de la Feria Mesoamericana, las instancias de gobierno tienen listos el albergue en donde de acuerdo al Secretario de Protección Civil, Luis Manuel García, se tiene capacidad para atender unos 4 mil migrantes.
Por lo pronto, en las naves de la feria están dispuestas decenas de tiendas de campaña, ropa, cobertores, agua, mientras que la Secretaría de Marina operará las cocinas para brindar alimentación caliente a los migrantes.
Hasta el mediodía aún no llegan los 340 migrantes que junto con todos los que soliciten ese estatus en México, y que podrían llegar a ser hasta 7 mil, deberán permanecer por lo menos una semana si el trámite se agiliza, y si no, de acuerdo al elevado número de requerimientos, podrían ser hasta 40 días para que México les pueda reconocer un estatus para sean protegidos.
En el parque de Suchiate y en el centro social permanecen alrededor de 3000 migrantes quién es esperan seguir adelante y llegar a los Estados Unidos.
Una marimba que puso la presidencia municipal alegra por momentos a los migrantes donde bailaron, gritaron y buscan ser atendidos por las autoridades.