Desde que inició la lucha contra el crimen organizado a finales de 2006, más homicidios dolosos quedan impunes. Mientras que en ese año, dos de cada cinco crímenes terminaban con una sentencia condenatoria, ahora solo en uno de cada cinco asesinatos se hace justicia, de acuerdo con un estudio de la organización Impunidad Cero.
La investigación muestra que el periodo que va de 1997 a 2007 se caracterizó por una reducción muy significativa de la impunidad, lo que se debió a dos factores: una disminución del número de homicidios y un incremento de las condenas.
En cambio, a partir de 2007 los asesinatos se dispararon mientras que el número de condenas se estancó. El resultado es que en 20 años el país no logró mejorar las cifras de impunidad.
El estudio utiliza como indicador de la impunidad directa el número de sentencias condenatorias por el delito de homicidio doloso en relación a la incidencia de este delito en cada año analizado.