Los casos de sarampión, tosferina, rubéola, paperas y polio comenzaron a renacer desde 2008 y a contagiar incluso a países desarrollados como consecuencia de los movimientos antivacunas, indican cifras del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos. Solo el año pasado, una epidemia de papera y otra de tosferina se extendió en la Unión Americana además de que se presentó una epidemia de difteria en Bangladesh.
Las estadísticas revelan que los brotes de enfermedades evitables están siendo cada vez más numerosos en países que cuentan con los recursos suficientes para administrar vacunas. Europa ha sido víctima de epidemias de paperas y rubéola; América del Norte y Australia, de tosferina y Asia, de polio y difteria.
En México, el esquema nacional de vacunación contempla la vacuna triple viral (SRP) que protege del sarampión, la rubéola y la parotiditis. Se aplica en dos dosis: la primera a los doce meses de edad y la segunda a los seis años.
También contempla la vacuna Pentavalente que protege a la persona contra cinco enfermedades: difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis e infecciones producidas por Haemophilus Influenzae tipo b. Esta se administra en cuatro dosis, a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad.