El déficit de recursos humanos especializados y la falta de una cultura archivística en el país, acompañada de herramientas tecnológicas y materiales accesibles, pone en riesgo de pérdida el patrimonio documental nacional como el acceso a información pública por parte de la ciudadanía a éste, advirtió el Archivo General de la Nación (AGN).
Dentro de las cinco problemáticas identificadas en su “Programa institucional 2020-2024” delinea que las prácticas archivísticas inadecuadas “impiden la organización útil de los archivos durante el ciclo de vida del documento para facilitar su acceso a la población”, por lo que impulsa programas de profesionalización, capacitación y sensibilización sobre los procesos de la gestión documental entre el personal de las instituciones públicas que conforman el Sistema Nacional de Archivos.
“Este deterioro ha generado, entre otras consecuencias, la carencia de mecanismos y procedimientos técnicos eficaces para la recopilación, la generación de estadísticas y el análisis de datos del estado en materia de la archivística a nivel nacional, como puede ser la creación de una Plataforma Digital”, señala.
Añade, la problemática a la que se enfrenta el Sistema Nacional por la armonización de las entidades con la Ley general de Archivos, ya que la “carencia de reglamentos, criterios y lineamientos archivísticos sólidos ha limitado la organización y consolidación de los Sistemas Institucionales de Archivos en las entidades administrativas”.
Además, el Archivo General identifica que este proceso significan nuevos retos en la materia, así como incrementa el rezago debido la nueva consideración de archivos locales y regionales de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
Por su parte identifica como un problema los procesos de preservación inadecuada del patrimonio documental, ya que apunta que estos procesos comprometen su integridad y los ponen “en riesgo de pérdida, impidiendo así la apropiación del conocimiento plasmado en su contenido, por parte de la ciudadanía”.
Para ello delinea necesario la homologación de los conceptos teóricos y los criterios de operación archivísticos en los métodos implementados, a fin de volver consistentes y uniformes los trabajos de organización, ordenación, descripción, conservación y preservación por el registro y resguardo de la documentación histórica.
Así mismo, el AGN consideró pertinente complementar la gestión documental con un adecuada infraestructura tecnológica, tanto por necesidades operativas como técnicas, pues afirma cuenta con “sistemas de informáticos inadecuados para la preservación del memoria histórica”, así como que existe “rezago en los procesos de preservación través del uso de medios digitales, que desfavorecen el estado de conservación consecuencia de su manipulación continua, poniendo en riesgo su permanencia para las generaciones futuras”.
Por último, observa entorpecimiento en el proceso de acceso de la ciudadanía a los documentos con valor histórico, que impiden su difusión adecuada y la generación de contenidos para fomentar su acercamiento a este patrimonio, lo cual impide procesos educativos, el fortalecimiento de su visibilidad y el desarrollo democrático del país.
Para ello, prevé fomentar el desarrollo archivístico entre los sujetos obligados, impulsar la normalización y estandarización de los procesos de gestión documental, organizar y preservar el patrimonio cultural documental y consolidar una infraestructura tecnológica archivística.