La joven esposa del mexicano "El Chapo" Guzmán, uno de los mayores capos narco de todos los tiempos, habló por primera vez este martes desde que fue extraditado a Estados Unidos y dijo estar preocupada por su salud.
Emma Coronel, una exreina de belleza madre de dos niñas mellizas que tuvo con El Chapo, se quejó asimismo de que no puede visitar a su esposo o hablar con él por teléfono, tras una audiencia en la corte federal de Brooklyn, donde el 5 de septiembre comenzará el juicio contra su marido.
"Tengo 15 meses que no lo veo, lo veo en la corte nada más. No tengo ningún tipo de comunicación con él, ni visitas ni llamadas. Los únicos que lo ven son las niñas y los abogados", dijo en español Coronel, de largo cabello negro, altísimos tacones y gafas de sol.
La defensa de "El Chapo" se queja de su detención en aislamiento casi total desde la extradición del exjefe del cartel de Sinaloa a Estados Unidos desde México el 19 de enero de 2017, acusado de enviar más de 200 mil kilos de droga a este país a lo largo de 25 años.
"Mi preocupación es su salud porque sé que está muy mal psicológicamente, que se siente muy mal por lo que me han dicho los abogados, y es lo que me preocupa, cómo va a llegar a un juicio bien si está mal de salud", dijo Coronel.
"El Chapo", que protagonizó dos increíbles fugas de prisiones mexicanas, está solo en una celda y solo puede hablar con sus abogados a través de un vidrio. Cada vez que viene a una audiencia en la corte, como este martes, la policía corta el puente de Brooklyn.
El abogado de "El Chapo", Eduardo Balarezo, no permitió a Coronel responder a preguntas de los periodistas, y dijo que su cliente será sometido a una nueva evaluación psicológica en las próximas dos semanas.
El exjefe narco saludó a su esposa con la mano al inicio y al final de la audiencia celebrada este martes.
El gobierno pidió al juez Brian Cogan que acepte como evidencia para el juicio el pago parcial de honorarios de El Chapo a su abogado, dinero que según las autoridades provendría del narcotráfico.
Balarezo insistió en que sus honorarios no deben ser aceptados como evidencia, porque eso lo forzaría a convertirse en testigo durante el juicio y no podría por ende defender más a El Chapo.
"Tiene un punto", dijo Cogan a Balarezo, y prometió estudiar el asunto para la próxima audiencia, que se celebrará el 30 de mayo.