Cerca del 50 % de los jóvenes de México trabajan en empleos informales y con bajos salarios, lo que dificulta su acceso a la canasta alimentaria, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Con motivo del Día internacional de la Juventud, que se celebra este domingo, el Coneval hizo público el "Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018".
El Coneval explicó que la población joven, aquella que se encuentra entre los 12 y 29 años, representa el 30,6 % de la población del país, unos 37,5 millones de personas.
El estudio reportó que en 2016, el 50,6 % de los jóvenes mexicano "contaba con ingresos mensuales insuficientes para cubrir el valor de una canasta alimentaria más bienes y servicios", lo que incluye además de comida, transporte público, educación, cultura y recreación, cuidados de salud, entre otros elementos.
"Los jóvenes son uno de los grupos de población con mayores dificultades para insertarse en empleos formales. En 2017, del total de personas jóvenes ocupadas, 59,9 % se encontraban en empleos informales. Respecto a su nivel salarial, más del 50 % percibía de uno y hasta tres salarios mínimos; esto equivale a un ingreso entre 2 mil 220 y 6 mil 661 pesos (unos 116 y 350 dólares) al mes", indicó el informe.
Entre las consecuencias de la inserción de los jóvenes en empleos informales y precarios (sin seguridad social y con bajos salarios) están los efectos económicos del mal aprovechamiento de capital humano y la dificultad de acumular experiencia traducida en menores ingresos en el futuro.
Además de problemas para acceder a jubilaciones basadas en sistemas de capitalización individual, postergación en la integración de hogares, abandono escolar, restricción de la movilidad laboral y marginación.
La información expuso que además de enfrentar "condiciones laborales precarias" durante el cuarto trimestre de 2017, la tasa de desocupación entre los jóvenes fue del 5,9 %, superior a la tasa nacional 3,3 %.
Se apuntó que en 2015 en México había 75.446 adolescentes casados entre 12 y 17 años, que el embarazo a temprana edad era un problema para su permanencia y culminación en su etapa escolar y que 613.816 mujeres, entre 12 y 19 años, fueron madres.