De acuerdo con los archivos que fueron desclasificados de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), y que están disponibles en Archivo General de la Nación (AGN), se encontró que los espías mexicanos seguían paso a paso el viaje que la reina Isabel hizo a México en 1983.
La reina Isabel visitó territorio mexicano cuando Miguel de la Madrid era presidente y el mandatario tuvo información de todas y cada una de las actividades de la monarca en su paso por el Pacífico mexicano. De los tres mil 201 archivos que se contienen en la lista de las versiones públicas, la reina Isabel tiene un archivo que va de 1975 a 1983.
En una de sus visitas, el 18 de febrero de 1983, la DFS dio cuenta sobre la visita que realizó al puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y en ella se informa que la reina Isabel II viajaba a bordo de su yate “Britannia” y que estaba acompañada por su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.
En este encuentro fue recibida por el entonces gobernador de Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y de ahí abordó un autobús para hacer un recorrido por las instalaciones de Altos Hornos de México (Sicartsa).
“La Soberana Inglesa y su comitiva abordaron el autobús oficial General Lázaro Cárdenas, recorrió dos kilómetros entre el muelle fiscal y la puerta uno de Sicartsa, donde en el trayecto aproximadamente mil personas saludaron a la monarca”, se redactó en el informe.
Según el espía, le fue mostrada una maqueta sobre las ampliaciones que tendría la fábrica de acero y sostuvo una pequeña charla con el director de operaciones, Gabriel Magallón, y posteriormente salió para saludar a los empleados y abordar el autobús que la transportaba de regreso al puerto.
“A las 17:10 horas, la reina y sus acompañantes arribaron al muelle fiscal para posteriormente abordar el Yate Britannia donde tomó el té con el gobernador del estado, el secretario de Relaciones Exteriores, el director de Sicartsa y el presidente municipal de esta localidad”, se dio cuenta.
Se informó que “a las 17:50 horas, el Yate Britannia abandonó el muelle fiscal, siendo remolcado por dos embarcaciones de la Marina Nacional hasta la salida del Puerto continuando su viaje hacia Puerto Vallarta, Jalisco”.
“Durante la estancia de la Soberana no se registró incidente ni protesta sobre la misma”, redactó el espía.