Tras el asesinato de dos de las cuatro personas estadounidenses que fueron secuestradas en Matamoros, Tamaulipas, la Casa Blanca pidió que se haga justicia.
Esta mañana el gobernador de la entidad, Américo Villarreal, confirmó la localización de los ciudadanos, uno más herido y otro con vida.
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Posteriormente, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que el caso sería esclarecido.
"Vamos a trabajar de cerca con el gobierno mexicano para garantizar que se haga justicia en este caso", declaró Kirby.
Mientras que el fiscal general de EU, Merrick Garland, confirmó este martes que su oficina trabaja junto a las autoridades mexicanas para investigar la muerte de sus dos ciudadanos en México.
El Departamento de Justicia "se encuentra trabajando junto a las autoridades mexicanas; y nuestros funcionarios trabajan de cerca con los del Departamento de Estado", aseguró Garland en una rueda de prensa.
"Quiero ofrecer mis condolencias a las familias de los estadounidenses que fueron atacados y secuestrados", añadió el titular de la cartera de Justicia estadounidense.
El fiscal general añadió que, de momento, no puede ofrecer más información sobre el caso, pero que lo hará en cuanto sea posible.
Hay un detenido
La secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, notificó que ya hay un detenido en relación con el caso, pero no detalló más.
Los cuatro estadounidenses, que viajaban en un vehículo, fueron atacados poco después de cruzar a México y fueron montados a la fuerza en una camioneta tipo pick-up por hombres armados, informó el FBI de San Antonio.
Los investigadores creen que los estadounidenses fueron atacados por error por un cártel mexicano que probablemente los confundió con traficantes de drogas haitianos, dijo a la cadena CNN un funcionario estadounidense conocedor de los datos de la investigación.
Con información de EFE