Chiapas.- En los panteones de Tapachula, convergen historias en sus muertos que tienen un común denominador: migración. En estas fechas miles de personas asisten a limpiar las tumbas de sus familiares, a poner arreglos florales y comer junto a los restos de sus seres queridos sin embargo algunos fallecidos se quedan en el olvido, son los migrantes que descansan anónimos en una fosa común.
En el cementerio municipal de Tapachula, uno se puede encontrar con un nutrido número de tumbas de personas de la comunidad China debido a la explotación demográfica y el contexto de la segunda guerra mundial una importante población de asiáticos llegó a todo el territorio mexicano
Al ser una población ya asentada, en el panteón hay tumbas bien cuidadas de familias chinas que comparten el espacio con mexicanos, incluso tienen sepulcros más grandes y mejor cuidados.
En los poblados de Tapachula y Huixtla, ha sido un importante paso para los migrantes de todo el mundo, desde chinos hasta los más recientes casos de migrantes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, estos últimos grupos son lo que quedan en el olvido cuando se trata del Día de Muertos.
En el panteón Jardín de Tapachula, se encuentra la morgue local, espacio que actualmente está ocupado en su totalidad por cuerpos de personas provenientes de Honduras debido al incremento a través de los años de los migrantes que cruzan la frontera sur.
A lado de la morgue se hizo una fosa común destinada a los restos de migrantes centroamericanos que nunca son reconocidos, y es que desde que la persona muere hasta que llegan los elementos de la Fiscalía General de Justicia de Chiapas hace el proceso para enterrar los restos, tan solo pasan de 4 a 5 días.
Es complicado que un familiar de algún migrante logre saber que su familiar ha muerto, se traslade desde su país y llegue a reconocer el cuerpo en tan poco tiempo, es por ello que la fosa común se ha convertido prácticamente en "la tumba migrante".