De las parcelas demostrativas y cubículos de estudio del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en Texcoco, el fundador e investigador Norman Borlaug, logró desarrollar nuevas variedades de trigo de alto rendimiento junto con productores e investigadores mexicanos, que salvaron de la hambruna a mil millones de personas.
Por estas investigaciones y el hacerlas accesibles a los agricultores de todo el mundo, principalmente en el sureste asiático, se le otorgó el Premio Nobel de la Paz en 1970, a este investigador de Iowa, en los Estados Unidos.
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Así lo expuso Martin Kropff, director general del CIMMYT, en el evento virtual “Agricultura para la Paz, 50 Aniversario del Premio Nobel de la Paz del Dr. Norman Borlaug”, que encabezó el titular de Agricultura, Víctor Villalobos.
“Hoy necesitamos escuchar la crisis, construir una respuesta transformadora y desarrollar una respuesta de la mano de organismos e instituciones que unidos podamos crear, diseñar e implementar estrategias para construir sistemas agroalimentarios saludables, resilientes y sostenibles” dijo el doctor Bram Govaerts, director global de Desarrollo Estratégico del CIMMYT.
Consideró que esta coyuntura mundial que vivimos es una oportunidad de dar forma a un futuro sustentable hecho de experiencias que nos demuestra la importancia de co-construir soluciones duraderas generadoras de paz, resiliencia y prosperidad.
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El titular de la Sader, recordó que México fue pionero en establecer mecanismos de cooperación internacional con otros gobiernos como el de Estados Unidos y con la iniciativa privada como la Fundación Rockefeller para combatir la pobreza rural y desarrollar sistemas agroalimentarios y como resultado logró la autosuficiencia en granos básicos en el Siglo XX.
Y desde hace 54 años es anfitrión del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), centro de investigación para el desarrollo agrícola, con sede en Texcoco.
“Vemos al Centro como nuestro brazo ejecutor para generar el impacto en el campo en colaboración con la FAO y el Programa Mundial de Alimentos junto con nuestros programas de investigación nacionales del INIFAP, el Colegio de Posgraduados de Chapingo, entre otros”.
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Este año, el Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz, lo entregará al Programa Mundial de Alimentación de las Naciones Unidas, 50 años después de haber honrado a Norman Borlaug, se dijo.
Esta decisión de la Fundación del Premio Nobel hace énfasis en la importancia de la seguridad alimentaria, de la Agricultura para la Paz y de la necesidad de sistemas alimentarios resilientes, expresó la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado.