Chiapas.- Dunia Soto, madre soltera de 28 años proveniente de Honduras, pretendía viajar a los Estados Unidos, sin embargo, ya le pareció imposible el largo viaje al darse cuenta del desgaste y las dificultades que ha pasado desde el 21 de octubre que salió de su país, hasta el día de hoy.
Se dio cuenta que apenas fue el inicio, el primer paso para cruzar toda la República Mexicana, el desánimo y la desesperación la hicieron cambiar de opinión.
Dunia que ya decidió quedarse en México, se enfrenta a una lucha contra la burocracia para poner en orden sus documentos, ya que al intentar cruzar por el río Suchiate, perdió todo con la corriente de agua, era eso o su bebé.
La migrante hondureña tiene un bebé de 2 años, ella recibe pañales y dinero de las personas que la ayudan en su paso por la calle, ahora tiene la esperanza de radicar y trabajar en Tapachula.
Por su parte, Carolina Molina, otra migrante hondureña de 21 años que actualmente ya trabaja y vive en México, llegó al país hace siete meses, y al no venir acompañada de una caravana, le fue más fácil pasar en balsa por el río Suchiate.
Carolina llegó a México embarazada, su hija Esterli, una bebé de 6 meses de edad, nació ya como ciudadana mexicana, en el caso de esta migrante, ahora sólo está poniendo en orden sus documentos para seguir radicando de manera legal en tierras mexicanas.
Su próxima parada es la Ciudad de México en donde vive su tía, también hondureña.
La joven hondureña asegura ahora tiene una mejor vida.