Los colegios, asociaciones y federaciones de médicos especialistas expresaron su segundo reclamo al presidente Andrés Manuel López Obrador en tiempos de Covid-19 por lo que califican es un “agravio” la presencia de 585 médicos y enfermeras cubanas en México a quienes se les paga más que a especialistas nacionales y “no reúnen las competencias requeridas, no tienen funciones debidamente especificadas, no cuentan con los requisitos establecidos por las leyes vigentes”.
En una segunda carta pública, la pasada en el mes de mayo cuando la comunidad se sintió agraviada con los comentarios del presidente de que los médicos sólo buscan el bienestar económico personal, enriquecerse, en lugar del bienestar de los pacientes, las 12 agrupaciones médicas consideran que a quienes enfrentan la batalla contra el Covid-19 el gobierno los ha relegado frente a los doctores extranjeros.
Esas agrupaciones vuelven a manifestar su “profunda desaprobación y enérgica protesta, ante lo que consideramos una falta grave en contra de los profesionales de la salud de México”, por la primera el presidente se disculpó y más tarde su gobierno anunció que entregará la máxima distinción del país a un grupo de médicos que serán seleccionados y además se les entregará un bono económico.
En el documento los directivos señalan que también hay otras agrupaciones médicas del país y que decidieron “manifestar nuestra profunda desaprobación y enérgica protesta, ante lo que consideramos una falta grave en contra de los profesionales de la salud de México”.
Argumentan que en el marco del decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), del 24 de abril de 2020, en el artículo 3°, se establecen las facultades para contratar personal profesional de la salud con formación en el extranjero, exclusivamente por el tiempo que dure la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV-2. Ellos permitió el acuerdo entre el gobierno de México y el de Cuba, signado por el Instituto de salud para el Bienestar (INSABI), la Secretaría de Administración y Finanzas, así como la Secretaria de Salud de la Ciudad de México para que arriban a nuestro país 585 médicos y enfermeras procedentes de Cuba, representando un desembolso de más de 6.2 millones de dólares.
Explican que “el grupo de médicos extranjeros está compuesto en su mayoría por médicos generales sin especialidad, ubicándoles en las diferentes áreas hospitalarias, o solo de apoyo en consulta, transgrediendo la funcionalidad en los hospitales asignados”.
Mientras que en México todos los médicos generales o especialistas cuentan con “documentos y certificados de Idoneidad para nuestra práctica, normatividad que se ve vulnerada, por el decreto que le permite a personal médico carente de esta certificación ejercer dentro de la República Mexicana”.
Afirman que la intervención del grupo cubano “no ha representado ningún beneficio para la atención de nuestra población y si es una grave falta de equidad para los médicos de nuestro país.
Son tiempos difíciles, es tiempo de unir esfuerzos, estamos seguros de que los mexicanos apoyados por sus médicos, enfermeras y todo el personal de salud saldremos adelante y más fortalecidos como nación”.
En nuestro país, en cambio, existen médicos con capacidad avalada por las Universidades de la República Mexicana, formados en el pleno conocimiento de las necesidades e idiosincrasia de nuestra población.
“De manera injusta se nos ha relegado, privilegiando a médicos extranjeros, desconociendo la capacidad académica de nuestras Universidades. Es una injusticia privilegiar a los extranjeros sobre los médicos mexicanos, que cumplimos, con todos los requisitos establecidos por la Ley de Profesiones y la Ley General de Salud”.
La carta pública dirigida al presidente está firmada por Juan Roberto Torres Cisneros, presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General y Federación Mexicana de Colegios de Especialistas en Cirugía General; Alfredo Arturo Cabrera Rayo, presidente del Colegio de Medicina Interna de México; Javier Saavedra Uribe, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias; Elena López Gavito, directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Colegios de Especialistas en Cirugía Genera; y Jesús Rafael Dávila Márquez, presidente de la Federación Mexicana de Colegios de Anestesiología.
A nombre de los médicos aseguraron que “también motivo de indignación que se destinen recursos monetarios, de por si limitados, erogando honorarios a personal extranjero de manera injusta, pagándoles un sueldo mayor al que percibe un médico especialista mexicano en las instituciones del sector salud”.
Son recursos económicos que el sector salud requiere con urgencia para combatir la pandemia en insumos como los equipos de protección personal de calidad, reclaman.
En la lista de presidentes de agrupaciones también aparecen Ricardo Bañuelos Huerta, de la Asociación de Medicina de Urgencias y Desastres de México; Jorge Rosendo Sánchez Medina del Colegio Mexicano de Medicina Crítica; José Donis Hernández de la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica; Cuauhtémoc Celis González de la Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia y Ginecología; María Enriqueta Barido Murguía de la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales; María Soledad Millán Lizárraga de la Confederación Nacional de Pediatría de México y Andrés Blanco Montero de la Asociación Mexicana de Terapia Intensiva Pediátrica.
Luego de protestar por las condiciones de los médicos mexicanos y la aportación de médicos y enfermeras cubanos afirman que el gobierno del presidente comete un nuevo “agravio para el gremio médico mexicano, toda vez que estos médicos extranjeros no reúnen las competencias requeridas, no tienen funciones debidamente especificadas, no cuentan con los requisitos establecidos por las leyes vigentes, así como carecen del aval de los colegios de profesionistas”.
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