"Nos manifestamos y reclamamos nuestra autonomía y libertad como profesionales de la salud y exigimos el derecho que nos corresponde a la objeción de conciencia y que se nos permita ejercer nuestros derechos, así como libre ejercicio profesional”, dijo Francisco Molina, presidente del Colegio Mexicano de Medicina General, sobre la reforma aprobada por diputados a la Ley General de Salud que limita a los profesionales de la salud a negarse a realizar un procedimiento contrato a sus convicciones éticas, personales o religiosas.
El pasado 31 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley de Salud que obliga a las instituciones públicas del ramo a contar con personal no objetor de conciencia y que médicos y enfermeras se verán obligados a realizar procedimientos contrarios a sus convicciones si no hubiera suficiencia de personal en clínicas y hospitales.
Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
El exsecratario de Salud, José Narro, manifestó que con la Ley que aprobó en la Cámara de Diputados, lo único que se logrará es una persecución contra el personal médico y enfermeras ya que “busca criminalizar y sancionar a quienes hagan valer la objeción de conciencia en las instituciones de salud”.
El también exrector de la UNAM dijo en rueda de prensa que que esta ley se hizo sin tomar en cuenta la opinión de los profesionales de la salud y se dejaron fuera del análisis de la reforma algunas propuestas que estaban en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
“El resultado final atenta contra esa libertad esencial que debe tener los profesionales de la salud para actuar de conformidad con sus convicciones, con sus creencias, con su ética por su capacidad de ver y analizar las situaciones profesionales y de manera simultánea atender el derecho la protección de la salud de las personas de los pacientes que acuden con ellos.
El Sol de México publicó ayer que la objeción de conciencia es uno de los obstáculos que enfrentan las mujeres que desean interrumpir un embarazo, incluso en estados donde ya se despenalizó esta práctica.
“Cuando fui a pedir información me pasaron rápido, pero en cuanto le dije al médico que quería abortar, cambió su rostro. Al momento de hacerme preguntas de rutina me hizo mucho hincapié en la parte religiosa. No me dijo abiertamente está mal, pero sí me hizo sentir culpa”, explicó Vanessa, quien llegó a los servicios de salud de Baja California Sur a realizarse un aborto cuando tenía 17 años.
El doctor Francisco Molina, a nombre de 60 organizaciones y colegios médicos que agrupan a cerca de un millón de profesionales, reclamó el derecho del ramo a la objeción de conciencia.
“Rechazamos la criminalización del ejercicio del derecho a la objeción de conciencia, nos manifestamos y reclamamos nuestra autonomía como profesionales de la salud y exigimos el derecho que nos corresponde a la objeción de conciencia y que se nos permite ejercer nuestros derechos así como el libre ejercicio profesional”, dijo.
Por su parte, el diputado Éctor Jaime, integrante de la Comisión de Salud en San Lázaro, manifestó que Morena y aliados no permitieron que se discutiera a fondo el tema y no permitió los foros necesarios, por lo que exhortó al Senado a dialogar con los profesionales de la salud.
“El llamado es para que el Senado de la República tenga un parlamento abierto y se pueda escuchar los errores que cometieron los legisladores de Morena y asociados a ser inválido el derecho a la salud… Pues un tema central era que ni siquiera quedaba claro que es el derecho a la objeción de conciencia y en el propio dictamen que fue aprobado no quedó claro si fue como un pretexto médico o es un derecho”, dijo el panista.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
La doctora Rosario Laris, insistió en que la objeción de conciencia para los profesionales de la salud es la negativa por motivos éticos, de conciencia o religiosos, a llevar a cabo determinadas prácticas médicas que sean ordenadas o toleradas por la autoridad.
Explicó que la objeción de conciencia surge también del conocimiento que el profesional de la salud ha adquirido gracias a su preparación académica y que sigue obteniendo con la suma de su experiencia cotidiana, lo que permite considerar si alguna práctica fuese adecuada o no para su paciente, es decir, esta conciencia lo impulsa a buscar el bien del paciente en todo momento.