México vierte agua sucia en el río Bravo

Desagües ubicados en México están contaminando el agua que Estados Unidos entrega a través del Río Bravo como pago establecido en el Tratado Internacional entre ambas naciones, advierte un informe de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA), sección estadounidense.

El documento subraya que el caudal que nace en la parte norteamericana se contamina con el agua sucia que sale de desagües ubicados en la zona norponiente de Ciudad Juárez, lo que compromete la calidad del líquido que es usado en el riego de campos en nuestro país.

Te puede interesar: Envenenan al Río Bravo con aguas negras

Algunos de los desagües que ha identificado la CILA están en la zona conocida como las 13 Compuertas, por donde ingresa el recurso a México, ahí, -señala el documento- el cambio de color en el río Bravo es visible en cuanto pasa a la altura de la calle Villa Ocampo.

A una cuadra adelante, en la calle Villa Coronado, el cauce se topa con otra descarga; otras tres más le esperan a la altura de las calles Guasave, Coyotla y Bellavista, de acuerdo con el documento.

La CILA también manifestó en su informe preocupación por estos desagües dado que el agua es utilizada para el riego de productos como maíz y trigo que son de consumo humano.

Debido a la sequía, este año Estados Unidos sólo entregará 12 millones de metros cúbicos de agua, que será destinada a los agricultores de Juárez. La cifra es 20 por ciento menor a lo que entregó el año pasado cuando transfirió 15 millones de metros cúbicos del líquido.

“El agua llega limpia dentro de lo que se puede esperar en un río, pero del lado mexicano existen escurrimientos residuales al Río Bravo que se han venido agravando ante la falta de atención y una infraestructura vieja que evidentemente sufre cada vez taponamientos más frecuentes”, afirma el informe.

Fuga de aguas residuales en la calle Coyotla, junto al río Bravo / Manuel Saenz | El Heraldo de Juárez

Consultada al respecto, la Conagua-Ciudad Juárez minimizó el problema al señalar que la cantidad contaminada “es poca” y se diluye entre la que viene en camino de Estados Unidos.

“La Junta hace trabajos de desazolve y por algún momento cesan estos derrames, pero luego la gente vuelve a tirar basura, se vuelve a taponear, pero el agua negra se disuelve, esta agua prácticamente es poca, relativamente con respecto a la que viene, que también es poca, pero se mezcla y ya no es tanto problema”, afirmó la dependencia a través de un correo electrónico.

También reconoció que el motivo de los taponamientos es el vencimiento de la vida útil de la infraestructura, así como por el robo de las tapas de alcantarilla.

“El problema se podrá solucionar de fondo en cuanto se reemplacen los colectores y ya existe proyecto ejecutivo que ya fue validado. Además se tiene el compromiso binacional de aportación de recursos para iniciar su construcción este año”, agregó Conagua.

Sin embargo, CILA- EU alerta que el caudal cruzará contaminado con el agua negra los 15 kilómetros de acequia desde la que se riegan las parcelas en la mancha urbana, además de que de esa forma, sin tratar, se infiltrará al acuífero.

“El mal olor es penetrante por donde se observan los pasos de agua negra, que llegan hasta el Río Bravo por donde cruza el caudal de agua entregada por Estados Unidos”, subraya CILA.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Asimismo, advierte que esta situación representa un riesgo ambiental y de salud pública. “Los derrames y escorrentías recurrentes de aguas residuales representan un riesgo ambiental y de salud pública inmediato y peligroso, lo que establece una clara necesidad de evitar que las descargas de aguas sin tratar fluyan directamente al Río Bravo, un cuerpo de agua binacional compartido y fuente de agua potable”, agrega.

La Comisión Internacional de Límites y Agua recomienda en su informe rehabilitar la infraestructura de alcantarillado para lograr un impacto positivo en la salud de los habitantes fronterizos, así como de las comunidades aledañas, ya que estas acciones, dice, ayudarán a reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por agua derivadas de la exposición al líquido sin tratar, entre las que destacan los padecimientos intestinales y de la piel. La CILA regula los derechos y obligaciones asumidos por México y Estados Unidos en tratados binacionales.