La atomización de los cárteles o grandes grupos delictivos, como el caso de la Unión de Tepito, vuelven más agresivos a los que aspiran a dirigir la organización, lo que genera la mayor parte de la violencia, advirtió el presidente de la organización civil Semáforo Delictivo, Santiago Roel.
Tras la ola de violencia que se vive en la Ciudad de México y la captura de Alberto Moyado Esparza, El Betito , Roel sostuvo que se disolvieron los grandes cárteles por su propia dinámica pero también por la presión policíaca del Estado; “la violencia genera siempre más violencia y la presencia del Estado como encarcelar a algún capo puede provocar la división de los cárteles, en varios se van cambiando las lealtades, se va creando esta división y genera la mayor parte de la violencia”, afirmó Roel.
Especialista en temas de seguridad, Roel sostuvo que para atacar a estas bandas delincuenciales, hay alternativas como entrar con el Ejército y lo más importante es pensar en regular el mercado de drogas.
Consideró indispensable que mientras eso llega, es necesario depurar las corporaciones policiales y sus mandos y en su caso apoyarse en los esquemas de investigación y seguridad de las fuerzas federales.
Ejemplo claro de efectividad para erradicar a un grupo del crimen organizado fue la intervención de la Secretaría de Marina en la delegación Tláhuac, donde abatió a Felipe de Jesús Pérez, líder de esa organización y siete de sus sicarios.