El etiquetado de advertencia, que entró en vigor el pasado 1 de octubre en México, puede ser confuso y generar temor en los pacientes con diabetes, pues no existe claridad en las porciones y las leyendas de advertencia en edulcorantes, así lo consideró este martes Mónica Hurtado, nutrióloga y educadora en diabetes.
De igual manera, Hurtado señaló que el nuevo etiquetado de advertencia implementado en México ha significado un reto para nutriólogos y pacientes, pues esta herramienta tiene algunos factores que complican su uso.
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Detalló que, en principio, el etiquetado se basa en porciones de 100 gramos o 100 mililitros "que no son las porciones que manejamos en la consulta", aseveró.
Indicó que los nutriólogos utilizan medidas caseras como cucharadas o medidas de mano y, el etiquetado, complica a los pacientes la toma de decisiones respecto a las porciones que deben consumir.
Otro de los puntos es el sello de advertencia sobre el exceso de azúcares, el cual, a decir de la experta, no permite conocer la cantidad exacta de azúcares por porción.
"Este dato es fundamental para quienes viven con diabetes pues, como su salud está en riesgo, tendrán que hacer un cálculo matemático para tener acceso a la información. Esto es complicado porque el etiquetado no es una herramienta útil para ayudar a los pacientes en su día a día", afirmó.
Del mismo modo dijo que otro dato que genera confusión es la leyenda de advertencia sobre los edulcorantes, un elemento que muchos pacientes utilizan como una opción para endulzar sus alimentos con bajo riesgo pero ahora "está causando confusión y eso genera temor sobre la seguridad del producto".
La especialista explicó que los pacientes que viven con diabetes pueden y deben llevar una alimentación variada en la que se deben incluir frutas y verduras, productos de origen animal, cereales y tubérculos "para garantizar el aporte de grasas, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales".
Destacó la importancia de los hidratos de carbono los cuales pueden incluirse ya sea alimentos naturales o preenvasados, pero lo importante es tenerlos contabilizados, el tamaño de la porción y la frecuencia con la que se ingieren.
Explicó que es necesario que los pacientes se acerquen a los profesionales de la salud para que les ayuden a llevar una dieta equilibrada, suficiente, inocua, completa y variada, sobre todo, porque son quienes les recomiendan las alternativas saludables en caso de antojos dulces.
Finalmente, dijo que es indispensable que los nutriólogos sean realistas en cuanto a todos los elementos nutrimentales, sociales y emocionales que conforman la alimentación.
En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018), la diabetes ha seguido una tendencia ascendente y pasó de una prevalencia de 4,6 % en personas mayores de 20 años en 2000, a una de 10,4 % en 2018.
Esto significa que hay unos 8.6 millones de personas diagnosticadas y cerca de tres millones sin diagnosticar.
Entre las medidas para paliar esta epidemia, junto con la diabetes y la obesidad, el 1 de octubre pasado entró en vigor el etiquetado frontal de advertencia, que mediante octágonos negros advierte a los consumidores sobre altos niveles de azúcar, sodio, calorías o grasas saturadas.
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