La participación femenina en la política mexicana se ha incrementado sobre todo en el Senado, la Cámara de Diputados y los congresos estatales: actualmente ellas representan dos quintas partes de los legisladores federales y locales.
Sin embargo, su participación en cargos públicos del poder Ejecutivo de los tres órdenes de gobierno sigue siendo limitada. Y en el poder judicial, la composición de jueces no ha variado en diez años.