El actual gobierno federal llegó al poder con la promesa de terminar con la corrupción, sin embargo, México tiene una capacidad pobre para detectar, castigar y prevenir la corrupción, ubicándose en el octavo lugar de entre 15 países de Latinoamérica.
De acuerdo con el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC) 2020, el país tiene una puntuación de 4.55 en una escala de 10, donde identificó que dentro de los retos del presidente Andrés Manuel López Obrador, son ir más allá de su capacidad personal para erradicar el problema, así como la falta de progreso en reformas institucionales a largo plazo.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó al poder con la promesa de ‘poner fin a la corrupción’, y el tema se ha mantenido firmemente en la cima de la agenda de su gobierno. Sin embargo, el Índice CCC 2020 muestra que, en la práctica, no ha cambiado mucho para México”, afirmó el segundo reporte elaborado por la Sociedad de las Américas / Consejo de las Américas (AS / COA) y Control Risks.
Dentro de los factores que propiciaron el estancamiento del país en el combate a la corrupción ubica el desliz que ha hecho el Ejecutivo federal al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) y el aumento discrecional en la adjudicación directa de contratos y el descarte de los controles para mejorar la gobernanza, entre otros.
Además, contempla que, si bien la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha revelado supuestos casos de corrupción que involucran a miembros de partidos de oposición, no es claro el control que ejerce el presidente Andrés Manuel sobre este organismo que no es independiente.
Por su parte, indica que durante los dos últimos años la campaña de la sociedad civil contra la corrupción ha perdido fuerza, lo cual se refleja en un puntaje bajo.