El robo de luz y la cartera vencida durante 2018 deterioraron las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), concluyó Auditoría Superior de la Federación (ASF), tras realizar 12 auditorías de desempeño a esta empresa productiva del Estado.
La ASF precisó que en transmisión y distribución se redujeron las pérdidas técnicas, pero las pérdidas no técnicas, derivadas del robo de energía, aumentaron con un costo que se estima en alrededor del 13 por ciento de los ingresos totales de la CFE.
En suministro eléctrico básico, la cartera vencida ascendió a 10 por ciento de dichos ingresos.
Por esto, la ASF urgió a tomar medidas urgentes para mejorar su eficiencia operativa, a fin de que pueda cumplir con su función social, con rentabilidad y generación de valor económico.
Así lo señala la que se suman a las seis de cumplimiento financiero a la Comisión Federal de Electricidad, las nueve empresas productivas subsidiarias y a la filial CFE Energía.
“La situación financiera no mejoró respecto a 2017, con rentabilidad a la baja y rendimientos inferiores a los de los CETES y a la Tasa Social de Descuento de 10 por ciento, que se utiliza como referencia para aprobar o rechazar proyectos de inversión del gobierno federal”, dice la ASF.
En los informes individuales de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2018, se detalla además, que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), reportó una pérdida en su operación por tres mil 981 millones de pesos, de los cuales 906 millones de pesos, correspondieron a SuperISSSTE.
Señala la ASF que desde hace ya varios años, las ventas al público, trabajadores y sus familias de SuperISSSTE, no son el principal objeto del organismo que se convirtió en un intermediario de las adquisiciones de Instituto y otras dependencias y entidades del sector público, en busca de disminuir las pérdidas de operación.
En la revisión de la gestión financiera del ejercicio 2018, tuvo ventas por 894 millones de pesos de las cuales 22 por ciento correspondió a ventas en sus unidades y 78 por ciento a ventas al ISSSTE y la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
Detalla la ASF que de 2013 a 2018, el SuperISSSTE reportó pérdidas acumuladas antes de apoyos por financiamiento por ocho mil 386 millones de pesos. En ese período, el ISSSTE le otorgó apoyos por siete mil 275 millones de pesos. No obstante, las pérdidas acumuladas ascendieron a mil 111 millones de pesos.
Para alcanzar un punto de equilibrio, SuperISSSTE debería alcanzar ventas de 11 mil 258 millones de pesos.
El titular de la ASF, David Rogelio Colmenares Páramo, dijo ante los integrantes de la Comisión de Vigilancia, de la Cámara Baja, que en México se enfrentan esquemas cada vez más complejos para cometer irregularidades y ocultarlas, pero también se desarrollan competencias e instrumentos más eficaces de prevención, detección y seguimiento.
En la entrega a los diputados informes individuales de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2018, dijo se requiere llevar a cabo una revisión amplia de diversas disposiciones legales que nos ayuden a agilizar los procesos e incrementar nuestra presencia y alcance tanto nivel federal como local.