La separación de familias fue brutal y más cuando es maximizado por los medios de comunicación, pero criminalización hacia los migrantes debería de ser condenando por el mundo entero, sostienen abogados y especialistas en el tema migratorio en Estados Unidos.
Bruno Ríos, académico de la Universidad de Houston, Texas, aseguró que la detención y separación de familias no es nada nuevo. “Esto se venia haciendo desde que Barack Obama era presidente”, afirma.
Sostiene que es dramático ver imágenes como las que se difundieron hace unos días de niños separados de sus padres, pero a pesar del decreto para evitarlo continuará la criminalización hacia los migrantes que buscan mejores condiciones de vida.
En entrevista con El Sol de México, el especialista en estudios mexicanos y estudios culturales en la frontera México-Estados Unidos, comentó que se deben entender dos cosas. La primera. Es que Donald Trump firma el decreto para evitar la separación de los niños de sus familias, es decir las mamás por un lado, los padres por otro y los hijos en otro lugar cuando vienen juntos.
Pero, continua con la política de criminalización sistemática de los migrantes por el solo hecho de cruzar la frontera de manera indocumentada que eso no sucedía. “Los migrantes antes eran detenidos de manera preventiva para llevar un proceso judicial y para ver si podían quedarse en Estados Unidos y en este momento ya no existe, el proceso ya no es para resolver su situación migratoria, sino para procesarlos judicialmente por haber cometido el ‘crimen’ de haber cruzado la frontera de manera indocumentada”.
“Esas son las cosas. Hay una retórica de criminalización a los latinos y deshumanización de los migrantes en general. Sí, es una política extremista que se alimenta de una serie de estructuras que ya estaban”, expresó Ríos.
En tanto, Ignacio Pinto-León, abogado especialista en migración, sostuvo que la separación de los niños es una violación de los derechos humanos, pero más allá de eso es inmoral y poco ético.
Manifestó que la administración de Donald Trump está acusando penalmente a todas las personas que ingresaron de manera ilegal a los Estados Unidos. “Es acusarla penalmente y esto los coloca en una prisión preventiva y ahí es donde encuentran la justificación para no ingresar al menor de edad a la prisión preventiva y en cambio ponerlo en alguno de los albergues controlados por el Gobierno este es el viso de legalidad que le están dando”.
El también voluntario en el Consulado de México en Houston, Texas, aseveró que a Trump le falló el calculo. “Es la primera medida que propone, pero donde es tan grande el repudio, que tuvo que echar reversa 180 grados. Las 5 esposas de ex presidentes, incluida la esposa de Trump se manifestaron en contra de la medida. Legisladores e inclusive las aerolíneas se negaron a transportar a niños separados, fue demasiado fuerte aun para un presidente que nos tiene acostumbrados a volarse la barda”.
EL NEGOCIO DE LOS CENTROS DE DETENCIÓN
Bruno Ríos denuncia que ante las detenciones que se han realizado, el negocio en la construcción de los centros de detención es un negocio que se esta explotando en los Estados Unidos.
“Es un negocio. Ahora se sabe qué hay centros de detención que están construyendo específicamente para bebés, para lactantes. Son cosas que parecen inimaginables en este momento, pero que no son nuevas”, detalló.
Abundó que existe una maquinaria importante de empresas privadas que son las que administran estos centros de detención y que “hacen mucho dinero administrando estos centros de detención”.
Sobre este tema, Pinto-León reitera que dentro de la política migratoria ya no se separará a los niños, pero “eso significa que no van a detener a los adultos para detenernos penalmente y no tener, por regla, separarlos y entonces a quienes detengan ahora los pondrán en albergues específicos para familias donde las condiciones son menos severas que los centros migratorios regulares.
MODUS OPERANDI DE TRUMP
Bruno Rios refiere que el modus operandi del gobierno de Donald Trump es que primero presiona y después disuade la presión y eso se vio reflejado con la crisis que se mostró de los niños migrantes que fueron separados de sus familias.
“En primera instancia eso seria, porque la resolución es que vamos a dejar de separar las familias, pero las vamos a tener detenidas. En realidad no hay un cambio de la política migratoria es una manera de disuadir la presión y además me parece que es el modus operandi de este gobierno y de esta administración en Estados Unidos de un poco desviar la atención a un nuevo escándalo, hacia un nuevo punto y otro argumento y así controlar a la opinión pública”, acotó.
Expone que no se debe bajar la guardia ya que este tipo de medidas que son parciales y que solamente responden a la presión de la opinión pública no resuelven el problema de fondo y el problema de fondo es un sistema que deshumaniza a las personas y criminaliza a los migrantes de bajos recursos y que cruzan la frontera por México en condiciones precarias.
Además, critica que desde el punto de vista mexicano se tiene que hacer algo. No solamente es criticar hacia afuera, sino se debe señalar que en México se trata a los migrantes de manera sumamente precaria e irresponsable y eso se debe entender que no solo es un problema de Estados Unidos.
“Los migrantes cruzan por Estados Unidos y mueren, los asesinan, los extorsionan y los desaparecen. No podemos ser críticos hacia afuera, sino vernos en un espejo y ver como tratamos a los migrantes”, enfatizó.