BERLÍN, Alemania. El ciberataque a parte de la red informática del gobierno federal alemán continuaba ayer y los expertos intentaban mantenerlo bajo control, según manifestó el presidente de la comisión de secretos oficiales del Parlamento alemán, Armin Schuster.
Según el semanario "Der Spigel", el ataque procede de presuntos hackers rusos denominados "Snake", también conocidos bajo el nombre de "Turla".
De acuerdo con ese medio, ese grupo, que presuntamente actúa por encargo de los servicios secretos rusos, habría intentado lograr información interna del gobierno alemán.
Las primeras informaciones difundidas por distintos medios alemanes apuntaban al llamado "APT28", asimismo un grupo de hackers ruso, como responsables del ciberataque.
Según medios alemanes, los "hackers" habrían accedido a datos relevantes de los ministerios de Defensa, de Exteriores y probablemente de otros departamentos de la seguridad durante un largo periodo, al menos un año. Los servicios de investigación alemanes se dieron cuenta del ataque solamente en diciembre.
Shuster, que evitó dar detalles de la operación en marcha para no "alertar" al agresor, apuntó que el gobierno "está controlando el proceso" y señaló que es pronto para hacer un balance de daños, mientras un miembro del gobierno dijo que el ataque estaba controlado.
Los miembros de la comisión dejaron patente su enfado por haberse enterado de lo sucedido a través de los medios, algo que el portavoz de los Verdes, Konstantin von Notz, calificó de "absolutamente inaceptable", aunque pudiera haber argumentos para haber mantenido el caso en secreto durante "semanas". Schuster coincidió en denunciar el daño causado por la "revelación de secretos" a los medios.
Los servicios de espionaje alemanes han alertado repetidamente de la amenaza de este tipo de acciones por parte de "hackers" rusos.
Merkel pidió a la población "no dejarse irritar" por esos ataques. "Hay que ser conscientes de que esas cosas existen y convivir con ello", indicó.