BUENOS AIRES. Argentina inició una nueva extensión de la cuarentena que obligará al país a completar seis meses de confinamiento hasta el 20 de septiembre, en medio de un aumento de casos de coronavirus y su expansión por todo el territorio nacional que pone en jaque al sistema sanitario.
“La situación no está mejor, ni está igual, está peor”, dijo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Con más de 408 mil positivos, Argentina escaló hasta el puesto once del ranking de países con más personas con Covid-19, mientras transcurre desde el 20 de marzo una de las cuarentenas más largas de mundo, aunque las restricciones ya no se cumplan de forma estricta en las calles.
El área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que reúne a la capital y su populosa periferia y con cerca de 14 millones de habitantes es la región más poblada del país, concentra el mayor número de contagios, pero en las últimas semanas se prendieron las luces de alerta por el crecimiento de los contagios en las provincias.
Las medidas de restricción dispuestas varían según la situación sanitaria en cada distrito, en debate por el cansancio de la población ante tantos meses de cuarentena y la urgencia por volver a trabajar por la crisis económica del país.
Al respecto, el país logró reestructurar 66 mil 137 millones de deuda bajo legislación extranjera tras una negociación de más de cuatro meses, con lo cual queda fuera de la cesación de pagos.
"El 99% de la deuda bajo legislación extranjera ya ha quedado reestructurada. Hubo una adhesión (al canje propuesto por el gobierno) de 93.55%, que por las cláusulas de acción colectiva eleva a 99% la reestructuración", dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán.
La elevada adhesión de los acreedores aleja para Argentina el fantasma de los litigios con fondos especulativos (holdouts), que ya en el pasado litigaron con éxito contra el país.