Afganistán fue escenario de nuevos ataques por tercer día consecutivo este jueves, con la explosión de un coche bomba cerca de un hospital, que dejó 20 muertos, y un ataque de drones contra combatientes islamistas en el que murieorn al menos 9 civiles.
"Como un terremoto", dijo un testigo al referirse al atentado ocurrido en Qalat, en el sur. El ataque apuntaba contra la sede local de los servicios de inteligencia afganos (NDS), según el gobernador de la provincia de Zabul, Rahmatulá Yarmal. "Pero el hospital regional que está situado en el mismo lugar fue destruido", añadió.
Se trata del cuarto atentado en tres días en este país, a menos de 10 días de las elecciones presidenciales. En total, los ataques de los últimos días han dejado unos 70 muertos y decenas de heridos. Tres de ellos fueron reivindicados por los talibanes.
En paralelo, al menos nueve trabajadores agrícolas resultaron abatidos este jueves en la provincia de Nangarhar (este) por disparos de drones. Este ataque "estaba supuestamente dirigido contra combatientes de Dáesh [acrónimo árabe del grupo Estado Islámico], pero alcanzó a civiles por error", admitió el portavoz de la policía de la provincia, Mubarez Atal.
En Afganistán, los ataques aéreos solo pueden estar causados por el ejército afgano o por el estadounidense.
El atentado de Qalat "provocó la muerte de 20 personas e hirió a 90", anunció el vicegobernador de la provincia de Zabul, Ahmad Tawab. "Fue un ataque con camión bomba".
"La explosión sacudió nuestra casa, creíamos que era un terremoto", contó Muqim Ahmad, un comerciante de 30 años.
Otro testigo, el estudiante universitario Atif Baloch, dijo que la explosión "quebró todos los vidrios" de su casa.
"Fue horroroso. No puedo recordar un ataque mortal como este en mi sector", aseguró Baloch, quien dijo que "el hospital regional estaba completamente destruido y había víctimas bajo los escombros".
El atentado fue reivindicado por un portavoz de los talibanes, Qari Yusuf Ahmadi. "Llevamos a cabo un ataque mártir contra el NDS", subrayó en un mensaje, afirmando que el edificio había quedado completamente destruido.
Una serie de fotografías sobre el terreno mostraba la magnitud de la devastación.
En una de ellas, se ve una hilera de ambulancias y un automóvil completamente destrozados por la onda expansiva. En otra, se ve a civiles y militares frente a los escombros, donde solo quedan unas cuantas paredes en pie.
Elecciones títeres
Los talibanes "demostraron de nuevo que su combate era contra el pueblo de Afganistán y que no tenían otro trabajo más que matar gente y destruir infraestructuras públicas", reaccionó el presidente afgano, Ashraf Ghani, en un comunicado.
El martes, al menos 48 personas murieron en dos atentados suicida, uno en el centro del país durante un mitin electoral de Ashraf Ghani, quien resultó ileso, y otro en Kabul contra un centro de reclutamiento del ejército.
El miércoles, cuatro civiles murieron y una docena resultaron heridos en un atentado suicida y un asalto contra un edificio oficial de Jalalabad (este).
En su reivindicación del ataque contra el mitin de Ghani, los talibanes aseguraron que habían advertido "a la gente de no participar en las reuniones" de unas "elecciones títeres".
Las elecciones afganas se celebrarán luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, cortara el 7 de septiembre sus negociaciones con los talibanes para una retirada progresiva de sus fuerzas de Afganistán.
El gobierno afgano estuvo al margen de estas negociaciones y ve en las elecciones un medio de volver al juego. "Toda vía hacia la paz" debe pasar "por el gobierno", dijo el portavoz del presidente, Sediq Sediqqi.