Buenos Aires.- La expresidenta argentina y actual senadora Cristina Fernández llegó este martes a los tribunales federales de Buenos Aires para el comienzo del primer juicio en su contra por supuesta corrupción, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
Tres días después de anunciar que se presentará a las elecciones presidenciales de octubre, pero como candidata a la Vicepresidencia, Fernández se presentó en el tribunal convencida de que este juicio es un "nuevo acto de persecución" que solo busca colocar "a una ex presidenta opositora" al actual Gobierno en el banquillo en plena campaña electoral, según expresó poco antes a través de Twitter.
Fernández está acusada de haber encabezado durante su mandato, que se extendió entre 2007 y 2015, una asociación ilícita y de cometer fraude en perjuicio del Estado por presuntas irregularidades cometidas en la concesión de contratos de obra pública al empresario Lázaro Báez -también procesado y ya encarcelado por otras causas- en la sureña provincia de Santa Cruz, feudo del kirchnerismo.
Vestida con un traje azul y una camisa clara, y sonriente, la exmandataria -que está procesada en una decena de causas y no puede ser detenida por tener fueros- accedió a los tribunales y se espera que dentro de la sala AMIA, donde se celebra la vista, esté acompañada por su abogado Carlos Beraldi.
En el banquillo se sentarán también, entre otros, el propio Báez, el exministro de Planificación Julio de Vido o el exsecretario de Obras Públicas José López.
Fuera de todo el cerco de seguridad que rodea a los juzgados, con infinidad de policías, se congregan grupos de seguidores de la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
Con el Ministerio Público Fiscal, la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera como partes acusadoras, el juicio -que se espera dure alrededor de un año- comenzará a las 12.00 hora local (15.00 GMT) y sienta en el banquillo a un total de 13 imputados.
En la sesión inaugural de hoy se leerán las acusaciones tanto por parte de la Fiscalía como de las querellas.
Está previsto que haya audiencias todos los lunes, pudiendo extenderse luego a más días de la semana, y que declaren unos 160 testigos, entre ellos cinco ex jefes de Gabinete de Fernández: Juan Manuel Abal Medina, Aníbal Fernández, Jorge Capitanich, Sergio Massa y Alberto Fernández.
Este último fue el elegido por la propia exmandataria para que encabece una fórmula electoral para las elecciones presidenciales de octubre próximo.
"El objetivo que tiene (el juicio) es difamar, seguir tratando de demonizar la figura de Cristina Fernández de Kirchner y aprovechar la campaña electoral para tratar, el Gobierno de Mauricio Macri, de soslayar la figura singular de Cristina, algo que es imposible, porque el país está demostrando que está en un abismo", dijo Gregorio Dalbón, uno de los abogados de la senadora.
Para el letrado, aunque no es el encargado de defender a Fernández en esta causa, el juicio es "muy importante para la sociedad" pero solo "porque está Cristina", ya que en su opinión es una cuestión "electoral y política, pero judicialmente no es muy importante", sino "bochornoso".
Su expectativa es que el proceso fuera declarado nulo, ya que, entre otras cuestiones, recordó que la defensa pidió que "por lo menos las pericias que estén, estén terminadas", algo que según reiteró, no ha sucedido.