El régimen sirio continuaba bombardeando este sábado Guta oriental, donde murieron 500 civiles en siete días, antes de un voto en la ONU sobre una posible tregua en este bastión rebelde cerca de Damasco.
El conflicto divide al Consejo de Seguridad de la ONU, incapaz hasta ahora de aprobar una tregua humanitaria.
El nuevo balance se explica por el hallazgo de nuevos cuerpos bajo los escombros y por la muerte de más civiles este sábado, informó la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La ofensiva llega tras un nuevo aplazamiento del voto del Consejo de Seguridad de la ONU, previsto este sábado a las 17:00 horas, que tendrá que pronunciarse sobre una tregua en la zona. El organismo internacional ha dejado al descubierto sus divisiones sobre el conflicto que arrasa Siria desde hace casi siete años.
En las últimas horas siguen las negociaciones para evitar un veto en la ONU de Rusia, aliado del régimen de Bashar Al Asad, al que suministra apoyo militar clave en esta guerra.
A la espera del voto de la ONU, los bombardeos aéreos y de artillería del régimen golpearon Guta oriental por séptimo día consecutivo y dejaron 21 civiles muertos en las últimas horas, indicó OSDH.
Los ataques empezaron durante la noche y provocaron varios incendios. Según el OSDH, la aviación rusa participó en los ataques contra esta región, asediada desde 2013. Sin embargo Moscú desmintió esta semana cualquier implicación en esta ofensiva.
La operación fue lanzada el pasado domingo por el régimen de Bashar al Asad como preludio a una ofensiva terrestre para retomar el último bastión rebelde del país, a las puertas de Damasco, sede del poder.
En Duma, la gran ciudad de Guta, 12 civiles murieron en los últimos ataques, precisó el OSDH. Durante la noche, los ataques provocaron incendios en barrios residenciales de Saqba, Hamuria y Arbín.
"Detengan la masacre"
Todos los días se recuperan cuerpos de entre los escombros y el balance no deja de aumentar, dijo la oenegé.
"No se pueden imaginar lo que está pasando en Guta", dice con rabia a la AFP Salem, un habitante de Duma.
"Esperamos de Europa y Estados Unidos, que se preocupan por la vida de un gato y de un perro, que reaccionen mientras cientos de civiles mueren por bombas sirias, rusas e iraníes a la vista de todos", dijo.
"¿Cómo es posible que el Consejo de Seguridad no pueda adoptar una simple resolución para un alto el fuego contra los civiles? No queremos que nos den algo para comer o beber, sólo que detengan la masacre", añadió.
Tras los bombardeos en Duma, varios cuerpos, entre ellos los de de niños, fueron transportados a un hospital improvisado, constató un periodista de la AFP. Envueltos en cobijas, los cadáveres fueron alineados en una habitación convertida en morgue.
El ruido de los intensos bombardeos en Guta se escuchó hasta altas horas de la noche en algunos barrios de Damasco, vecinos del bastión rebelde, indicó un periodista de la AFP.
En respuesta a los ataques, los rebeldes dispararon cohetes contra Damasco que no dejaron víctimas, dijo la agencia oficial Sana. Desde el 18 de febrero, unas 20 personas han muerto por disparos de cohetes, según medios oficiales.
Conocida como el huerto de Damasco por sus tierras agrícolas, Guta oriental es el último bastión rebelde cerca de la capital y lleva desde 2013 asediada y sometida a bombardeos casi diario. Sus 400.000 habitantes sufren escasez de alimentos y medicinas.
La guerra en Siria, que empezó en marzo de 2011 con la represión brutal de las manifestaciones que pedían reformas democráticas, se ha complicado con la implicación de grupos yihadistas y potencias regionales e internacionales.