WASHINGTON. La Suprema Corte de Estados Unidos rechazó ocuparse de la demanda de cuatro grupos defensores del medioambiente contra las atribuciones del gobierno del presidente Donald Trump para construir un muro a lo largo de la frontera con México con el propósito de contener la migración ilegal.
Desde su campaña en las elecciones de 2016 y su gestión en la Casa Blanca, Trump ha insistido en la construcción de una muralla a lo largo de los 3 mil 200 kilómetros de la frontera de EU con México y hasta ahora su gobierno ha completado obras en unos 320 kilómetros.
El Centro para la Diversidad Biológica, el fondo de Defensa Legal de los Animales, los Defensores de la Vida Silvestre y el Centro Ambiental del Suroeste alegan que las obras perjudicarán los hábitat de vida silvestre poniendo en peligro especies como el puma y el lobo gris mexicano.
Trump también prometió que México pagaría por la construcción del muro y, en ausencia de esa contribución, el mandatario ha recurrido a fondos ya asignados por el Congreso para obras militares.
La Suprema Corte autorizó el año pasado al gobierno para que usara esos fondos del Pentágono en el reemplazo de barreras a lo largo de la frontera en Arizona, Nuevo México y California.
Por su parte, el Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito, en San Francisco, California, dictaminó la semana pasada que el desvío de 2 mil 500 millones de dólares de fondos asignados al Pentágono violó la Constitución y es ilegal.
Esta decisión respondió a las demandas iniciadas por California y a la cual se sumaron varios estados.
El caso se remonta a junio del año 2019, cuando un juez federal de Oakland, en California, bloqueó por primera vez esta partida presupuestaria para la construcción del muro, una decisión que la administración Trump recurrió y pidió amparo a la Suprema Corte para poder seguir usando ese dinero mientras se decidía el caso judicialmente.
Un mes después, en julio, y en una ajustada decisión por cinco votos a cuatro, el máximo tribunal de EU accedió a la petición del gobierno y dio el visto bueno temporal a que utilizaran los 2 mil 500 millones, pero no entró a valorar la legalidad de la desviación del dinero asignado al Pentágono.
Con la decisión del viernes por parte del tribunal de apelaciones del Noveno Circuito -la instancia judicial inmediatamente inferior a la Corte Suprema-, se cierra la trayectoria de la demanda en los circuitos inferiores y el caso se trasladará con toda probabilidad de nuevo al máximo tribunal, que esta vez sí deberá pronunciarse sobre el fondo de la cuestión.
AVALA REANUDAR EJECUCIONES
En otro polémico fallo, la Corte Suprema se negó a interponerse en la decisión del gobierno de Trump de reanudar las ejecuciones federales el 13 de julio después de una pausa de 17 años.
El tribunal declinó considerar una apelación sobre el método de inyección letal elegido por la administración republicana. A menos que otro recurso sea más exitoso, Estados Unidos debería ejecutar el 13 de julio a Daniel Lewis Lee, un defensor de la supremacía blanca sentenciado en 1999 a pena de muerte por el asesinato de una pareja y una niña de ocho años.
La madre de una de las víctimas solicitó a Trump que concediera su indulgencia al condenado. Sin embargo, el presidente aún no decidió considerar la petición. Trump, que se postula para la reelección en noviembre, regularmente pide un mayor uso de la pena capital, particularmente para los asesinos de policías o para narcotraficantes.
El apoyo a la pena de muerte ha descendido entre los estadounidenses, ya que actualmente sólo 54% está a favor de su aplicación, en comparación con 80% expresado a principios de la década de 1990.