NUEVA YORK, EU. Cuando en 2006 el Chapo Guzmán se enteró de que sus hombres habían detenido a dos sospechosos de pertenecer al cartel rival de Los Zetas, primero quiso almorzar.
Y luego el sinaloense, uno de los mayores jefes narcos de la historia, ordenó que los golpearan y les disparó a la cabeza con un arma larga. Finalmente pidió a sus hombres que los tiraran a un pozo e incendiaran sus cuerpos, asegura el gobierno estadounidense.
Un memo de 91 páginas presentado por la fiscalía estadounidense y archivado el pasado martes ante la justicia, enumera decenas de crímenes violentos cometidos supuestamente por Joaquín Guzmán Loera, cuyo juicio comenzará el 5 de septiembre próximo en Nueva York.
Estas brutales matanzas de narcotraficantes rivales, torturas y secuestros no están detallados en la acusación, pero el gobierno estadounidense pide al magistrado Brian Cogan que le autorice a presentar evidencias sobre estos delitos en el juicio.
La fiscalía asegura, por ejemplo, que tiene testigos de que el Chapo, que protagonizó dos espectaculares fugas de cárceles, fabricaba en Sinaloa fentanilo o "heroína sintética" con productos importados de China a fines de 2014, que luego vendía en Estados Unidos.
El memo atribuye asimismo a el Chapo un brutal tiroteo en la discoteca Christine's de Puerto Vallarta en 1992, parte de la guerra contra el cartel rival de los Arellano Félix, que dejó seis muertos.
El documento refiere que la rivalidad con la organización de Amado Carrillo Fuentes, un antiguo socio de negocios de Guzmán, “inició una guerra” en Ciudad Juárez en la década pasada.
“La agresiva decisión del acusado por el control de la plaza de Juárez llevó a una violencia sin precedentes y a un asombroso número de muertos, haciendo de Juárez, por un tiempo, la capital del asesinato del mundo”, según el texto.
Asimismo, la “guerra” entre Guzmán y su socio Ismael Mayo Zambada contra el Cártel de los hermanos Beltrán Leyva incluyó “a cientos de sicarios armados” dedicados a buscar activamente para matar a cualquier rival en la ciudad de Culiacán.
“Tiroteos eran frecuentes, la violencia era desenfrenada, y la aparición de cadáveres esparcidos por la ciudad (de Culiacán) era una ocurrencia regular”, apuntó la fiscalía.
El documento argumentó que no solo sus rivales eran las víctimas de Guzmán, sino también todas aquellas personas de quienes sospechaba cooperaban con las autoridades, como en el caso de su primo Juan Guzmán Rocha o “Juancho”, a quien el acusado, supuestamente, ordenó asesinar.
Durante años el Chapo instruyó a sus sicarios a secuestrar, torturar y ejecutar a sospechosos de pertenecer a cárteles rivales como el del Golfo, Los Zetas o el cartel de los Beltrán Leyva, según la fiscalía.
"Bajo órdenes explícitas del acusado, sus sicarios secuestraban rivales y se los traían, muchas veces atados e indefensos, y el acusado personalmente los interrogaba" y muchas veces los ejecutaba, asegura el memo.
El gobierno también quiere presentar en el juicio pruebas de que el Chapo y sus aliados "intentaron matar o amenazaron matar a varios testigos que cooperan con el gobierno" y que la fiscalía espera que atestigüen durante el proceso en la corte federal de Brooklyn, que durará unos tres meses.
Por primera vez el gobierno indicó que algunos testigos prestarán testimonio bajo seudónimo por razones de seguridad.
Y hasta recuerda cuando el capo intentó en 1993 traficar 7.3 toneladas de cocaína a Estados Unidos en latas de chiles jalapeños, un operación frustrada por las autoridades mexicanas que incautaron la droga.
En el caso, además, se incluirán evidencia de actividades de tráfico de drogas realizadas por Guzmán antes y después del periodo incluido en la acusación, así como su actividad dirigiendo las operaciones del Cártel de Sinaloa mientras estuvo en la cárcel en México de 1993 a 2001.
La fiscalía asegura contar con unas 300 mil páginas de documentos y cientos de fotos satelitales, correos electrónicos, videos y llamadas interceptadas que prueban los crímenes del Chapo.
La próxima audiencia del caso está prevista para el 17 de abril.
El Chapo está acusado de 17 cargos por su conducta criminal como jefe del cártel de Sinaloa durante 25 años, entre enero de 1989 y septiembre de 2014, incluido el transporte de al menos 200 mil kilos de cocaína por un valor de miles de millones de dólares a Estados Unidos.
Si es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
Desde que fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2017 sus abogados han protestado por su aislamiento casi extremo en una cárcel de máxima seguridad y aseguran que su salud se ha perjudicado.