BRASILIA. Un motín en una cárcel de la ciudad Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, uno de los más golpeados por la pandemia de coronavirus, terminó con un saldo de 17 heridos, sin que se hayan registrado víctimas mortales, informaron fuentes oficiales.
Las autoridades locales indicaron que los reclusos de la Unidad Penitenciaria de Puraquequara, en Manaos, iniciaron una rebelión durante la hora del desayuno.
Fue en ese momento cuando un grupo de presos consiguió salir de sus celdas, quemaron algunos colchones e hicieron rehenes a siete agentes penitenciarios, según la Secretaría de Administración Penitenciaria de Amazonas.
Este acto no es el primero ocurrido en una prisión en donde las tensiones aumentan debido a las malas condiciones en que los presidiarios de varias carceles del mundo están hacinados.
Otras prisiones en diferentes regiones han puesto en jaque a las autoridades penitenciarias, que son exigidas por el mejoramiento de las condiciones salubres, y no solo por parte de los presidiarios, sino también por familiares y por grupos de derechos humanos.
La consigna es la misma en todos los motines reportados en las últimas semanas, los presos exigen mejores condiciones dentro de la cárcel, las cuales se han degradado aún más desde el inicio de la crisis del coronavirus, que ha provocado el colapso total de los servicios médicos y funerarios.
46 MUERTOS EN VENEZUELA
Al menos 46 muertos y un número indeterminado de heridos se registraron el pasado viernes durante un intento de fuga en una cárcel de Venezuela, informó un funcionario del penal, quien aseguró que la cifra de fallecidos “irá subiendo”, porque el estado de algunos lesionados es de “extrema gravedad”.
La investigación continuaba, según explicó una fuente fiscal, quien no precisó las circunstancias en las que se produjeron los hechos, pero que se sabe que el sistema carcelario venezolano es de los más inhumanos e insalubres del mundo.
El suceso se produce en un momento en el que Venezuela vive bajo orden de confinamiento y distanciamiento social, a consecuencia de la pandemia, que mantiene en alerta a todos los centros sanitarios del país por mandato del presidente Nicolás Maduro.
HACINAMIENTO EN PERÚ
Con el sistema sanitario desbordado en algunas regiones, a Perú se le ha abierto un nuevo frente en su lucha contra el Covid-19 al registrar un gran foco de infecciones en sus hacinadas prisiones, lo que ha provocado una oleada de violentos motines para pedir medicinas y libertad.
Hasta el momento hay al menos 21 presos fallecidos por el virus y unos 650 contagiados, y entre los funcionarios de prisiones hay no menos de siete fallecidos, entre ellos el director de la cárcel de Trujillo, y unos 180 contagiados.
Desde entonces las cárceles peruanas se han vuelto una trampa potencialmente mortal para los 97,500 presos que permanecen recluidos en 68 penales, cuya capacidad es de unos 40 mil reos, lo que supone una superpoblación de 238%.
El episodio más dramático se vivió el lunes pasado en la prisión Miguel Castro Castro, de Lima, con nueve reclusos muertos. Los heridos ascendieron a mas de 60 entre presos, policías y agentes penitenciarios. Al mismo tiempo hubo motines en otras tres prisiones más y este martes se sublevaron reclusos de la prisión de Lurigancho.
ARGENTINA ARDE
“Nos negamos a morir en la cárcel”. La bandera con el reclamo que flamea entre las chapas arrancadas del techo durante un motín este viernes en la prisión en Villa Devoto, uno de los barrios más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires.
La resolución de la crisis en el complejo penitenciario en la capital argentina seguramente repercutirá en las cárceles del resto del país, donde en las últimas semanas ya se registraron otros violentos incidentes por mejoras de salubridad.
DESESPERACIÓN
La cárcel de Villavicencio, en el centro de Colombia, se convirtió en uno de los principales focos del virus en el país, con cerca de 100 contagiados y tres muertos, situación que la tiene al borde de una catástrofe sanitaria.
En ese establecimiento fueron detectados hace dos semanas los primeros casos de coronavirus y desde entonces la cifra de contagiados no para de crecer entre reclusos y guardianes.
En Marruecos, un grupo de subsaharianos protagonizó hoy un violento motín en un centro de internamiento marroquí en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, en un intento infructuoso de escapar en el que resultaron heridos cuatro inmigrantes y un agente.
Las diversas manifestaciones dentro de las prisiones refleja cómo la pandemia de Covid-19 se convirtió en la chispa que hace estallar la crisis del sistema carcelario de Argentina, con graves problemas de superpoblación y hacinamiento.
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