ROMA. Lejos de la ficción buenista de la última película “Los dos papas” del brasileño Fernando Meirelles, la realidad es que la presencia en el Vaticano de dos pontífices es cada vez más difícil, sobre todo si el emérito Benedicto XVI rompe el silencio que se había autoimpuesto tras su renuncia.
La nueva bomba en el Vaticano cayó el domingo cuando se anunció un nuevo libro firmado por Benedicto XVI -con ninguna referencia a su condición de emérito- y el cardenal Robert Sarah, uno de los principales líderes de la facción conservadora que critica cada movimiento de Francisco.
El volumen, publicado en francés por Fayard y titulado “Desde lo más profundo de nuestros corazones”, estará en las librerías el miércoles 15 de enero y luego se publicará en inglés, y defiende sobre todo el celibato sacerdotal a raíz del Sínodo sobre la Amazonía donde los obispos presentes aprobaron la propuesta de ordenar a hombres casados en las zonas más remotas.
En algunos pasajes publicados ayer en el diario francés Le Figaro , defienden que ordenar hombres casados no puede ser una excepción sino que es una “violación”.
Piden a toda la Iglesia que no se “deje impresionar” por “los malos alegatos, las puestas en escena teatrales, las mentiras malvadas, los errores de moda que quieren desvalorizar el celibato sacerdotal”.
La fecha de la publicación de este libro no parece casual, ya que en breve se espera que el papa Francisco publique la exhortación apostólica sobre el Sínodo de la Amazonía, en la que se esperaba que el pontífice tomase una decisión sobre los llamados “viri probati”, hombres casados que pueden ser ordenados para ejercer como sacerdotes en sus comunidades.
Para muchos se trata de un movimiento para meter presión al papa Francisco, que aunque siempre ha defendido el celibato, podría autorizar esta posibilidad en la Amazonía y abrir el camino a otras zonas remotas del planeta donde no llegan los sacerdotes.
Surgen así, de nuevo, las acusaciones de que Ratzinger, de 92 años, que desde hace años se limita a breves apariciones grabadas o fotografiadas por algún periodista o amigo que le ha ido a visitar, en las que casi nunca realiza declaraciones y se observa que habla con gran dificultad, puede ser manipulado por el área más conservadora de la Iglesia, enfrentada a Francisco.
Por lo pronto, el Papa reafirmó su apego al celibato, salvo casos excepcionales. “La posición del papa sobre el celibato es bien conocida. En una conversación con los periodistas al retornar de Panamá”, en enero de 2019, “el papa Francisco afirmó: me viene a la memoria una frase de San Pablo VI: 'prefiero entregar mi vida que cambiar la ley sobre el celibato'”, declaró ayer el director de la sala de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.