El Ejército israelí disparó el viernes contra manifestantes palestinos que protestaban por la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital del Estado judío, en hechos que dejaron cuatro muertos y 160 heridos, dijeron fuentes médicas.
Dos personas murieron y 150 resultaron heridas en la frontera de la Franja de Gaza, donde miles de palestinos se reunieron para lanzar piedras contra las fuerzas israelíes.
En Cisjordania, otras dos personas fallecieron y 10 quedaron heridas. Uno de los muertos fue un hombre que, según las fuerzas israelíes, había apuñalado a uno de sus efectivos.
Testigos dijeron que el palestino tenía un cuchillo y llevaba lo que parecía un cinturón con explosivos. Un médico que ayudó a evacuarlo del lugar sostuvo que el dispositivo era falso.
Un total de 74 palestinos fueron heridos en Cisjordania y Jerusalén Este, trece de ellos por munición real y otros 61 por balas recubiertas de goma, y 177 necesitaron atención médica por inhalación de gas, según fuentes del servicio de emergencias Media Luna Roja.
En Gaza, 31 palestinos fueron heridos por munición real y dos de ellos están graves.
“Las tropas del Ejército israelí están respondiendo con medios de dispersión de disturbios. Durante los violentos disturbios los soldados israelíes dispararon de manera selectiva hacia los principales instigadores”, según un comunicado castrense, que estimó que dos mil 500 personas siguieron las protestas en Cisjordania y tres mil 500 en Gaza.
Los manifestantes ondearon banderas palestinas y de las diferentes facciones políticas y corearon eslóganes que condenaban el anuncio del presidente Donald Trump sobre Jerusalén, instándole a dar marcha atrás y remarcando que la Ciudad Santa es una ciudad árabe, palestina e islámica.
En las mezquitas se habló hoy al mediodía, principal jornada de rezo, de la importancia en el islam de la historia de Jerusalén y la Mezquita de Al Aqsa.
La Policía israelí incrementó la seguridad, ante la ola de protestas violentas, convocadas tras el viernes de rezo. El acceso a la Explanada de las Mezquitas se mantuvo abierto de manera normal y no hubo restricciones de edad para los musulmanes que accedieron al rezo de los viernes al mediodía, el principal de la semana.
Se deslegó un dispositivo de seguridad de “cientos de agentes de la Policía y de la Guardia de Fronteras” dentro y fuera de la Ciudad Vieja, donde está la Explanada, y con la consigna de responder contra las protestas ilegales.
Uno de los veteranos líderes de Hamás, Mohamad al Zahar, dijo que el principal objetivo del movimiento islamista “es la liberación de toda Palestina” y aseguró que sus manos “están extendidas hacia la reconciliación, sin comprometer” sus intereses o su religión, en una advertencia “a los colaboradores y traidores con los judíos”.
El movimiento islamista también llamó a “asediar” las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo.