ROMA. El retroceso de la epidemia de coronavirus en numerosos países, pincipalmente europeos, está permitiendo la reactivación del ocio y el turismo de cara al verano, mientras se estudian planes a más largo plazo para paliar la crisis económica causada por el parón de la actividad debido al confinamiento. Francia y Alemania propusieron implementar un primer fondo de 500 mil millones de euros destinados a los países más castigados por la pandemia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, propusieron un plan de reactivación para Europa por 543 mil millones de dólares para aliviar el impacto económico del nuevo coronavirus, que provocó una recesión histórica.
"Para apoyar la recuperación sostenible que restablezca y refuerce el crecimiento en la UE, Alemania y Francia apoyan la creación de un fondo de reactivación ambicioso, temporal y enfocado" en el marco del próximo presupuesto de la UE, dotado con "500 mil millones de euros", subraya una declaración conjunta.
Tanto París como Berlín proponen que la Comisión Europea financie este apoyo a la reactivación recurriendo a los mercados de deuda en "nombre de la UE".
Merkel reconoció que hay países de la Unión Europea más afectados que otros y alertó de que, por ello, las circunstancias "ponen en peligro la unidad" de la UE.
En tanto, nuevas regiones de España iniciaron ayer su desconfinamiento, que ya es una realidad para 70% de los españoles, aunque siguen excluidas de momento Madrid y Barcelona, las zonas más golpeadas por el coronavirus.
Cuando comienza la décima semana de restricciones, el país redujo notablemente la incidencia de la enfermedad: en las últimas 24 horas, se registraron 59 defunciones y 285 contagios, cifras no vistas desde hace más de dos meses, según los datos del ministerio de Sanidad.
En Italia, a partir de ayer, la celebración de la misa fue autorizada en las 25 mil parroquias de la península (con la Basílica de san Pedro abierta), pero con la condición de que se respete un protocolo específico para evitar la propagación del virus, que ha causado la muerte de unas 32 mil personas en el país, entre ellos unos 120 sacerdotes.
Comercios, restaurantes, hoteles, peluquerías, museos y hasta las playas se sumaban a los lugares abiertos, pero siempre con medidas de seguridad, con carteles para que se entre por turnos, se use la mascarilla y se limpien las manos.
Sin embargo, la OMS recordó ayer que no habrá riesgo cero en el periodo postconfinamiento y de que la mayoría de la población mundial sigue siendo susceptible a contraer Covid-19.
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