Roma- Venecia volvió hoy a sufrir las inundaciones al registrar un aumento del nivel del mar de 150 centímetros que anegó el 70 % de su casco urbano, si bien las aguas ya han descendido y la situación mejorará al menos hasta mañana.
El medidor situado a la entrada del Gran Canal registró a las 13.15 hora local (12.15 GMT) un aumento del agua de 150 centímetros, diez menos de los que se temían, y después el nivel del mar empezó a descender, según datos del Ayuntamiento.
Cinco minutos después, a las 13.20 hora local (12.20 GMT) el nivel del mar subía 148 centímetros, lo que demostró que estaba bajando, aunque todavía estuviera por encima de los 140 centímetros que señalan el nivel rojo de "marea alta excepcional".
A las 16.25 locales (15.25 GMT) el nivel del agua mostraba un aumento de 101 centímetros.
El pronóstico para mañana y el martes es más tranquilizador, pues se espera una aumento de unos 110 centímetros (dentro de los límites de una marea comedida) que, como mucho, afectará al 5 % de la isla.
El alcalde, Luigi Brugnaro, provisto de impermeable y en medio de una calle inundada, celebró este hecho y aseguró que la ciudad se recuperará porque "los venecianos solo se arrodillan para rezar".
Venecia ha vivido días de angustia en la última semana, después de que el martes sufriera una marea de 187 centímetros, la mayor en más de medio siglo, desde los 194 centímetros de 1966, lo que ha causado cuantiosos daños y provocó la muerte de una persona.
La crecida hoy ha sido mayor en las islas que separan la laguna de Venecia del mar Adriático: en el Lido, por ejemplo, se alcanzó un aumento de 155 centímetros.
Tras la tregua de ayer, Venecia estaba preparada para esta nueva marea que se esperaba mayor y el Ayuntamiento mantenía el sistema de emergencia alerta y pedía cautela a los ciudadanos y turistas.
A media mañana, por ejemplo, se recogieron las pasarelas que normalmente en estas épocas suelen instalarse en las calles de la ciudad en caso de "aguas altas" normales, no tan extremas como las de los últimos días.
Y el alcalde ordenó el cierre de la emblemática plaza de San Marcos, que volvió a quedar completamente inundada, pues se trata del punto más bajo de la ciudad. A media tarde de este domingo autorizó su reapertura.
Además las tiendas y restaurantes de la plaza principal están terminando de reparar sus desperfectos y de limpiar para retomar cuanto antes su actividad.
Por precaución, todos los museos municipales de Venecia estarán cerrados durante toda la jornada, a excepción del Museo Correr, dedicado a la historia de la antigua Serenísima República.
El regidor agradeció las muestras de apoyo recibidas, en una entrevista con la televisión pública RAI, y volvió a proponer a la comunidad científica internacional, a Naciones Unidas o a la Unión Europea que acudan a Venecia para estudiar los efectos del cambio climático, fenómeno al que atribuye estas inundaciones.
El Gobierno italiano decretó el estado de emergencia en Venecia tras la inundación del pasado martes, ya considerada histórica, y aprobó destinar 20 millones de euros para una primera ayuda, con indemnizaciones de 5.000 euros a los vecinos damnificados y hasta 20.000 para los comerciantes.
Desde el Ayuntamiento calculan que los desperfectos sufridos por el agua aquella noche ascienden a los mil millones de euros.
Sesenta iglesias de la ciudad acabaron empapadas y sus delicados mosaicos y pavimentos sufrieron la infiltración de la sal del mar. Para evitar su rápida corrosión, la Superintendencia de patrimonio cree que harán falta 60.000 euros por cada templo.