SAO PAULO. El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, reconoció la necesidad de aplazar las reformas económicas para evitar protestas como las que se expanden en países de Latinoamérica.
“Estábamos en un camino. Ahí, de repente, comienza la confusión en América Latina. Desorden, ahí el timing político comienza a cambiar”, dijo Guedes en una entrevista al diario O Globo.
El programa de reformas de Guedes es defendido por el mercado que apoyó fuertemente al ultraderechista Jair Bolsonaro durante la campaña electoral de 2018.
La reforma del sistema de jubilaciones, la primera del paquete, fue aprobada en octubre después de ocho meses de discusiones y en medio de conflictos políticos en la propia base del presidente.
Guedes entregó al Congreso a principios de noviembre tres enmiendas constitucionales. La reforma administrativa que debía ser presentada a continuación ante el Legislativo, fue pospuesta para 2020 a pedido de Bolsonaro, dijo el ministro la semana pasada.
En la entrevista, Guedes aseguró que Bolsonaro continúa respaldando el proyecto de reformas. “El problema es el timing.
No quieres dar una excusa para la gente hacer un desastre en las calles”, dijo. Guedes justificó el lunes en Estados Unidos una redición del AI-5 -decreto de la dictadura brasileña (1964-1985) que eliminó garantías constitucionales- en caso de que la gente salga a “destruir las calles”.
Estas declaraciones fueron criticadas por líderes de los ámbitos Legislativo y Judicial, entre otros, mientras que Guedes dijo que fue malinterpretado.
Contrastado con la inexistencia de manifestaciones violentas en el país, Guedes afirmó que “hay gente convocando”. “Llamar a la calle para manifestaciones pacíficas (...) no es problema. Ahora, llamar a la calle como en Chile y destruir todo fue una locura, irresponsable”.
El ministro no especificó a cuales llamados se refería. En Brasil no se han registrado fuertes estallidos como los que han vivido Colombia, Chile y Bolivia con violentas protestas.
El economista defendió la implementación de las reformas de corte liberal para “retomar el camino del crecimiento sostenible” y reducir así el riesgo de que “suceda lo que sucedió en Argentina”, pero recalcó la necesidad de evaluar el “proceso político” de las mismas.