PARÍS, Francia.- Cuando dos jefes de Estado declaran que mantuvieron un diálogo “extremadamente franco y directo”, en lenguaje diplomático significa que fue una conversación tensa, en la que cada dirigente expone sus posiciones con dureza, pero que finalmente resultó imposible llegar a un acuerdo.
Esa definición, formulada en un tweet por el presidente francés Emmanuel Macron, sintetizó lo que ocurrió ayer durante su encuentro con el líder ruso Vladimir Putin en los suntuosos salones del Palacio de Constantino de San Petersburgo.
El encuentro, inicialmente previsto para durar una hora, se prolongó durante dos horas y media, y estuvo fraccionado en dos partes. Antes de sentarse a conversar en los salones de la residencia marítima del jefe del Kremlin, los dos mandatarios dieron un largo paseo por los jardines del palacio imperial y dialogaron —sin la participación de los intérpretes—junto a los canales que desembocan en el Golfo de Finlandia.
Macron y Putin coincidieron en la necesidad de mantener el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, a pesar del reciente retiro de Estados Unidos. Los dos mandatarios tienen puntos de vista divergentes al respecto. Mientras que Putin es partidario de salvarlo sin cambios —como afirmó durante la conferencia de prensa conjunta—, Macron propone ampliarlo a fin de imponerle nuevos controles a Irán.
“Nadie ha propuesto algo mejor” que el texto firmado hace tres años en Viena. “Yo propuse completarlo”, indicó Macron aludiendo al proyecto propuesto hace un mes después de entrevistarse con el presidente norteamericano Donald Trump en la Casa Blanca.
La declaración de Putin coincide en líneas generales con la posición que expuso hace unos días la canciller alemana, Angela Merkel, en la reunión que mantuvo con el líder ruso en Sochi: "Este acuerdo no es perfecto, pero es mejor que no tener ninguno", dijo en esa ocasión.
Después de “lamentar profundamente” la anulación de la cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte, Putin expresó su deseo de que se pueda “reanudar el diálogo” sobre el problema crucial de alcance “tanto regional como internacional” como es la “desnuclearización de la península coreana”. En una crítica velada a Trump, el líder ruso destacó igualmente que el presidente norcoreano, Kim Jong-un, “cumplió con todo lo que prometió”.
Macron, por su parte, expresó su deseo de que esa anulación “sea solo una peripecia en un proceso que debe continuar”. Luego pidió que los esfuerzos iniciados por Trump y Kim Jong-un puedan proseguir y estimó que, en ese sentido, la “ONU puede jugar un papel”.
En relación a la crisis siria, Macron advirtió sobre “el riesgo de una escalada de gran amplitud”. Para prevenir esa amenaza apeló a realizar una reunión con participación de todas las grandes potencias.
París y Moscú coinciden, en principio, en adoptar un “mecanismo de coordinación” entre el llamado proceso de paz de Astana (Rusia, Turquía e Irán) y el “small group” (grupo reducido), creado por iniciativa francesa, que integran Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudita y Jordania.
Macron apeló igualmente a poner en práctica los acuerdos de Minsk, firmados en 2014 para promover una solución del conflicto en Ucrania. Rusia, sin embargo, no parece demasiado entusiasta con la idea de resucitar el “formato Normandía”. Ese marco de negociación —que reunía a Alemania, Francia, Rusia y Ucrania— fue adoptado para poner términos a los combates en la región ucraniana de Donbass,
Ambos dirigentes consagrarán la jornada de hoy (viernes) a participar en la sesión plenaria del Foro Económico Internacional (SPIEF), a la cual también asistirán el primer ministro japonés, Shinzo Abe; el vicepresidente chino, Wan Quishan, y la directora del FMI, Christine Lagarde.