El gobernador de Texas, Greg Abbott, envió este sábado un nuevo autobús con unos 50 migrantes indocumentados a las puertas de la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Washington, un gesto criticado por organizaciones de derechos humanos.
La mayoría de migrantes son de Venezuela, incluido un bebé de un mes, que fueron alojados en las inmediaciones del Observatorio Naval, al noroeste de la capital estadounidense, residencia de Harris, informó la cadena ultraconservadora Fox News.
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Organizaciones humanitarias atendieron a estas personas con alimentación y ropa, y las trasladaron rápidamente a albergues en Washington.
Otros tres autobuses con migrantes enviados por el Gobierno de Texas llegaron este sábado a Nueva York, como parte de la estrategia electoralista del gobernador texano para criticar la política migratoria del presidente, Joe Biden.
En abril pasado, Abbott anunció su intención de mandar a indocumentados a Washington en respuesta a la decisión del Gobierno de Biden de rescindir una normativa sanitaria que permitía expulsarlos por la pandemia de Covid-19, la cual no llegó a ponerse en marcha por el bloqueo de los tribunales.
A principios de agosto, los autobuses con migrantes comenzaron a llegar a la ciudad de Nueva York y este mes a Chicago.
El pasado jueves, dos autobuses rentado por Texas llegaron sin previo aviso a las puertas de la residencia de Kamala Harris en lugar de la estación de trenes de Washington, la Union Station, donde las ONG estaban esperando a los migrantes.
Ese mismo día, el gobernador de Florida, el también republicano Ron DeSantis, se sumó a la estrategia de Abbott y fletó dos aviones para enviar a migrantes indocumentados a Martha's Vineyard, exclusiva isla del estado de Massachussetts, donde tiene una residencia el expresidente Barack Obama.