La política iniciada en el gobierno de Donald Trump para separar a familias migrantes no se detuvo y desde que Joe Biden asumió el cargo el 20 de enero de 2020, y hasta julio de 2022, las autoridades estadounidenses han informado de al menos 363 casos de separación familiar.
Más de mil 500 niños, incluidos bebés, fueron separados por la fuerza de sus padres durante la política de separación familiar iniciada por el gobierno de Donald Trump a principios de 2017.
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Ante la presión por la imágenes de niños en jaulas, Trump firmó una orden ejecutiva el 20 de junio de 2018 que ordenaba a al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dejar de separar familias, pero la práctica continuó y en 2019 se documentaron 272 casos de separación familiar.
En enero de 2020, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estableció criterios para que las autoridades separaran a los niños sólo si el padre no era apto, estaba siendo procesado por un delito grave o estaba hospitalizado.
Desde su campaña electoral y al inicio de su gestión, Joe biden Biden prometió terminar con las separaciones y ofrecer reparaciones por los daños causados.
Sin embargo, su gobierno no ha detenido las separaciones familiares ni compensado a las víctimas anteriores de la práctica, mientras que algunos de los artífices de esa política han sido promovidos o siguen en puestos de alto nivel bajo la actual presidencia en Texas y otros estados, se acuerdo con un investigación del medio independiente The Texas Observer.
Desde enero de 2020 y hasta agosto de 2022, último mes del que se han publicado datos, al menos 372 casos de separación familiar, aunque el medio identificó más casos no incluidos en ese recuento.
“Simplemente no cumplieron con la promesa de detener esto, la práctica más abusiva y traumática que se puede llevar a cabo en la aplicación de la ley de inmigración”, lamentó el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC).
Según el Título 42, una política de salud pública de la era Trump que permite la expulsión inmediata de migrantes para hacer frente a la pandemia de Covid-19, los funcionarios de inmigración no necesitan adherirse a las pautas establecidas para limitar las separaciones familiares.
En febrero de 2021, los migrantes menores no acompañados fueron declarados exentos de las expulsiones del Título 42, lo que llevó a los funcionarios de inmigración a seguir con impunidad con la práctica de separar a las familias no parentales y categorizar a los menores como no acompañados.
The Texas Observer ha documentado 300 casos de familias separadas en la frontera desde principios de 2021, cuyos menores pudieron permanecer en EU, exentos del Título 42, mientras que sus tutores fueron expulsados hacia México.
Ayer, el líder republicano en la Cámara baja, Kevin McCarthy, avanzó que cuando su partido recupere la mayoría a partir de enero investigará la gestión de la frontera con México emprendida por el gobierno de Biden.
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