PARÍS, Francia. Con la detención de siete sospechosos, Holanda logró evitar un atentado yihadista que podría haber provocado una severa masacres en la historia del país, reveló la policía.
El Servicio General de Inteligencia de Holanda (AIVD) pudo desbaratar ese proyecto funesto al detener a siete personas jóvenes que desde el mes de abril habían comenzado a planificar un ataque. El operativo iba a ser perpetrado con armas automáticas y explosivos, y debía realizarse durante una importante celebración nacional en un lugar del país que la policía todavía no ha logrado determinar.
El plan de ataque preveía utilizar bombas en un lugar y disparar con kalashnikov en otro punto.
Durante la redada, las fuerzas de seguridad incautaron cinco armas de pequeño calibre, pero la policía no pudo aún confirmar si los sospechosos -como era su intención- finalmente habían logrado comprar rifles AK47, granadas de mano, herramientas y los materiales necesarios para elaborar "uno o más explosivos" para un atentado con coche bomba.
La detención de los siete sospechosos, realizada ayer por la tarde, movilizó un impresionante dispositivo de las fuerzas del orden, que incluyó equipos especiales de la policía, comandos anti-terroristas y varios helicópteros.
Todos los miembros del comando eran hombres. El más joven tiene 21 años y el mayor -que dirigía el grupo- tiene 34 años. Tres de los sospechosos residen en Arnhem, dos en Rotterdam, uno en Huissen y el séptimo en Vlaardingen.
Los servicios de inteligencia están convencidos de que se trata de un comando vinculado al grupo yihadista Estado Islámico (EI) pues varios de sus miembros tienen un activo pasado vinculado a esa organización.
El cabecilla del grupo, de nacionalidad iraquí, fue condenado en 2017 por intentar viajar a Siria o Irak para unirse a las filas del EI, según un alto funcionario.
Otros dos tienen antecedentes judiciales y penales por el mismo motivo. Los servicios de inteligencia, que habían estado monitoreando las actividades del comando desde hace varios meses, aconsejaron a las fuerzas de seguridad que intervinieran rápidamente porque los planes parecían estar en un estado "muy avanzado".
Aunque la Fiscalía está convencida de haber evitado un "gran ataque" terrorista, las autoridades decidieron mantener sin modificaciones el nivel de amenaza en Holanda. Las fuerzas de seguridad, de todos modos, están en estado de alerta máxima, pues hace menos de un mes hubo otra seria alarma.
A principios de septiembre, la policía detuvo a un hombre en la Estación Central de Ámsterdam por atacar con un cuchillo y herir a varias personas "con intenciones terroristas”.