Roma.- Italia y España intervienen con fuerza en la gravecrisis venezolana. A través de una carta conjunta dirigida alpresidente Nicolas Maduro, los jefes de gobierno de Roma, PaoloGentiloni, y de Madrid, Mariano Rajoy, apremiaron al mandatario deCaracas para que reconsidere su decisión de convocar una AsambleaConstituyente. Además, le piden que respete el disenso, lalegitimidad democrática de la Asamblea Nacional y los derechoshumanos, entre los cuales el de manifestar pacíficamente.
En la carta, cuyo texto fue difundido en los países de losfirmatarios, Gentiloni y Rajoy destacan “la relación especial”que existe con Venezuela, “cuyo pueblo consideramos como unhermano”, recordando en este sentido no sólo las numerosascomunidades italiana y española que ahí residen, sino también“los valores, costumbres y tradiciones comunes”.
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Por lo tanto, “no podemos ser indiferentes ante sussufrimientos”. Y es por esto -escriben los dos primeros ministroseuropeos- “que no podemos callar de frente a tanta violencia; nopodemos resignarnos a la crisis económica, social y humanitariaque afecta a un país tan rico, pero en donde ya no se encuentranbienes de primera necesidad y medicinales”.
“Asistimos con profunda preocupación -se lee en la misiva- auna situación dramática en la cual el enfrentamiento políticoparece haber cerrado toda posibilidad para un diálogoconstructivo, único instrumento que puede evitar ulteriores y aunmas graves violencias, ademas del riesgo de unainvolución anti-democrática”.
Los jefes de los gobiernos italiano y español escriben que,“ante la creciente gravedad de este escenario”, es “necesarioactuar sin mayores retrasos”.
Por lo tanto, “Italia y España lanzan con fuerzaun llamado al gobierno venezolano para que reconsidere sudecisión de convocar una Asamblea Constituyente. También porquela Constitución de 1999, a cuya letra y espíritu todas las partesdeben atenerse, ya preve los mecanismos útiles para encontrar unasolución política”, capaz de “recomponer los diversosintereses en el respeto de las instituciones, de las leyes y de lasoberanía popular”.
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Entrando en el mérito de la acción del gobierno venezolano,Gentiloni y Rajoy destacan que “la decisión de convocar –en unmomento tan critico- la Asamblea Constituyente, divide al país envez de unirlo. Lo testimonian el evidente disenso no solo de muchasfuerzas políticas, incluso en el ámbito del chavismo,, sinotambién de voces influyentes de las instituciones y de la sociedadcivil. Pensamos en la Conferencia Episcopal de Venezuela–agregan-, que ha expresado públicamente sus preocupaciones porla trágica situación en la que se encuentra el país”.
Y significativamente la carta puntualiza: “Al presidenteMaduro nos permitimos recordar que Simon Bolivar –cuyo objetivosupremo era superar las divisiones y garantizar la unidad delpueblo- advirtió que ‘la manera para gobernar bien, es emplear ahombres honorables, aun si fuesen enemigos’”. “Con esteespíritu”, Gentiloni y Rajoy, piden a Maduro y a su gobiernoque “no repriman el disenso, que respeten la separación de lospoderes y la legitimidad democrática de la Asamblea Nacional, asícomo los derechos humanos incluyendo el derecho a manifestarpacíficamente”.
La carta concluye con el llamado a Maduro para que, ”sinretrasos”, instituya una plataforma negociadora que ponga enmarcha un proceso “de acercamiento y de responsabilidades comunesentre las fuerzas opuestas”.
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En este contexto, los gobiernos de Italia y de Españapuntualizan que “no se podrá prescindir de cuatro condicionesfundamentales para llegar a un resultado eficaz: respeto del estadode derecho, y en particular de la autonomía del parlamento;liberación de los presos políticos; apertura de un canalhumanitario en favor de la población venezolana, y la adopción deun calendario electoral, claro y compartido, para que el pueblovenezolano pueda expresar su voluntad a través del voto libre,directo y universal”.