El Partido Liberal (PL) postuló oficialmente este domingo la candidatura a la reelección del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, para las elecciones del próximo 2 de octubre, en las que el favorito es el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El líder ultraderechista, un nostálgico de la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985, asumió la candidatura durante la convención del PL que reunió a unos 10.000 simpatizantes, y en la que también fue confirmado el general de la reserva del Ejército Walter Souza Braga Netto como candidato a vicepresidente.
En un multitudinario evento realizado en el pabellón deportivo Maracanazinho, en Río de Janeiro, el actual mandatario estuvo acompañado por varios ministros de su Gobierno y figuras políticas, como el expresidente Fernando Collor de Mello y el exfutbolista y senador Romario.
Bolsonaro rompió los protocolos y dio la primera palabra a su esposa Michelle, quien en un mensaje de alto tono religioso recordó el atentado del que fue víctima Bolsonaro cuatro años atrás y exaltó las cualidades de su marido, de quien dijo "es el escogido de Dios" para guiar a Brasil.
Por su parte, Bolsonaro, arremetió contra la Corte Suprema y contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, su más fuerte rival.
Sin mencionar directamente las tensiones que en los últimos días lo han enfrentado nuevamente con el poder Judicial, el líder de la ultraderecha exaltó a políticos que por arremeter contra la corte han sido puestos tras las rejas, refiriéndose al máximo tribunal en un tono irónico que caldeó los ánimos en el recinto.
"Hoy también se sabe lo que es el Supremo Tribunal Federal", dijo, mientras que sus seguidores interrumpieron su intervención con un fuerte abucheo y un coro que repetía "supremo es el pueblo".
El excapitan del Ejército también se fue lanza en ristre contra Lula y el Partido de los Trabajores (PT), la formación que lidera el exsindicalista, quien es gran favorito para alcanzar la presidencia, según los sondeos.
Bolsonaro recordó las acusaciones que llegaron a poner a Lula en la cárcel y dijo que "en Brasil no se invertía en infraestructura porque la prioridad era otra: la corrupción".
Haciendo alusión a la familia y a la defensa de los valores pero sin mencionar su nombre, Bolsonaro acusó a Lula de promover el aborto y las drogas y de querer enseñar sexo a los niños mediante la ideología de género que, según él, quiere implementar en las escuelas si llega al poder.
"Esa misma persona que quiere legalizar el aborto en Brasil, esa misma persona que quiere legalizar las drogas en Brasil, esa misma persona que dice que la guerra de Ucrania se resuelve tomando cerveza... ¿será que sabe lo que sufre una madre con un hijo dependiente de drogas?", dijo Bolsonaro en tono de reproche.
En las elecciones de octubre, el principal rival de Bolsonaro es el expresidente Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), quien cuenta con el 47 % de la intención de voto, según los sondeos más recientes, frente a un 28 % de Bolsonaro.