El fiscal general de EU, Jeff Sessions, se escudó hoy en un pasaje bíblico para defender las políticas que están causando centenares de casos de separación de familias de inmigrantes indocumentados en la frontera sur del país.
Las personas que violan la ley de nuestra nación están sujetas a enjuiciamiento. Te citaría al apóstol Pablo y su mandato claro y sabio en Romanos 13 de obedecer las leyes del gobierno porque Dios las ha ordenado para que haya orden Jeff Sessions, fiscal general de EU
Además, el fiscal general hizo un llamamiento a los líderes religiosos para que "insten a cualquiera que venga aquí a solicitar (asilo) legalmente, a que espere su turno y no viole la ley".
Sessions pidió a sus "amigos de la iglesia" que no lo critiquen por haber empezado a implementar unas directrices por las que los inmigrantes que atraviesan la frontera junto a sus hijos son llevados a centros de detención y separados de los menores, a los que trasladan a centros de acogida del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).
En este sentido, el titular de Justicia señaló que "tener hijos no te da inmunidad de ser arrestado y enjuiciado", por lo que avisó que aquellos que crucen la frontera con México de forma ilegal seguirán siendo detenidos.
Ellos son los que violaron la ley, son ellos los que pusieron en peligro a sus propios hijos en su viaje. Estados Unidos, por otro lado, hace todo lo posible por protegerlos mientras los padres pasan por un breve período de detención Jeff Sessions
En la misma línea se expresó hoy la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, que aseguró en su rueda de prensa diaria que es "muy bíblico" reforzar la ley.
"Eso está repetido de hecho varias veces a lo largo de la Biblia", respondió Sanders a un periodista que le preguntó sobre las alusiones religiosas del Gobierno estadounidense para justificar esta polémica normativa.
Los demócratas llevan varias semanas denunciando esta práctica y han propuesto varias leyes para prohibirla, mientras que hoy el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se mostró en desacuerdo con esa política y convino en la necesidad de ponerle fin.