Este Sábado, el presidente estadounidense Joe Biden anunció la declaración de desastre mayor en el estado Colorado por los incendios forestales que han destruido más de 500 casas y provocaron el desalojo de decenas de miles de personas desde mediados de semana, el fuego ha arrasado ya más de 2 mil 400 hectáreas.
Biden prometió que "se hará todo lo posible para brindar ayuda inmediata a las personas y poblaciones afectadas" por el incendio de gran magnitud, informo la Casa Blanca.
➡ COP26, punto de partida para combatir el cambio climático: Biden
En tanto la ayuda que recibirán los afectados incluirá donativos en especie y económica para casas temporales y reparación de los hogares, además de préstamos a bajo costo para proteger pérdidas de propiedades que no cuentan con seguro y otros programas en beneficio de propietarios de negocios que perdieron su fuente de ingreso y con ello puedan recuperarse por los efectos del incendio.
Los incendios que destruyeron "en un abrir y cerrar de ojos" barrios enteros del estado de Colorado, en el oeste de Estados Unidos, se fueron apagando en la noche del viernes al sábado con la caída de nevadas que extinguían los últimos rescoldos.
Al menos 500 casas quedaron reducidas a humo y decenas de miles de personas tuvieron que huir, pero por el momento no se tiene constancia de muertes, "un milagro", según el gobernador Jared Polis. Los destrozos son descomunales: en las imágenes aéreas se ven calles enteras reducidas a ceniza humeante. A diferencia de otros incendios, estos no se han limitado a las zonas rurales y han alcanzado los suburbios.
"Las familias tuvieron apenas unos minutos para meter todo lo que podían -los animales, sus hijos- en el coche y marcharse", dijo Polis en una rueda de prensa el viernes. Sucedió "en un abrir y cerrar de ojos". Por la noche las llamas tiñeron de naranja el cielo, atizadas por ráfagas de viento de hasta 160 km/h. Al parecer el incendio fue causado por la caída de postes eléctricos sobre un suelo árido.
Todavía no se conoce el número de casas destruidas. El sheriff del condado de Boulder, Joe Pelle, calculó el viernes que son más de 500, y afirmó que "no le sorprendería que fueran más de mil". El fuego se propagó "en mosaico", de modo que algunos barrios se salvaron mientras las casas de al lado se quemaron, explicó.
"Cuando ves la devastación, es asombroso que no tengamos una lista de 100 personas desaparecidas, pero no la tenemos", se congratuló el sheriff.
Nevada
El servicio meteorológico estadounidense (NWS) ha colocado a parte de este estado montañoso bajo alerta de tormenta invernal y prevé nevadas durante los próximos días. Esta nieve "nos ayudará", dijo Pelle, quien duda que el fuego se propague de nuevo.
Las autoridades locales levantaron por la noche algunas de las órdenes de evacuación. Pero sigue estando prohibido el acceso a localidades como Superior, de 13 milo habitantes.
Patrick Kilbride, de 72 años, estaba trabajando cuando recibió la orden de evacuación. Solo pudo salvar su coche y la ropa que llevaba puesta, lo demás, la casa en la que vivió tres décadas, quedó reducido a "cenizas", contó al diario Denver Post.
➡ [Podcast] Las claves del mundo | Calentamiento global 1: Rebelión de la naturaleza
Sequía histórica
Como gran parte del oeste americano, Colorado, un estado árido, sufre desde hace años una sequía excepcional. Con el calentamiento global, es probable que la intensidad y la frecuencia de los episodios de sequía y de olas de calor aumente aún más, creando condiciones que favorecen los incendios forestales.
En los últimos años, el oeste americano ha sufrido incendios sin precedentes, sobre todo en California y Oregón.
Para Daniel Swain, meteorólogo de la universidad de UCLA, "cuesta creer" que estos incendios ocurran en diciembre. "Pero tome un otoño de calor y sequía récord, con solo dos centímetros de nieve en lo que va de temporada, y añada una tormenta con ráfagas extremas (...) y el resultado serán incendios extremadamente peligrosos que se desplazan muy rápido", tuiteó el investigador antes de las nevadas del viernes.
Más allá de los incendios, Estados Unidos ha sufrido recientemente otros fenómenos extremos, como el paso de la tormenta Ida en Nueva York y Nueva Jersey en septiembre y tornados mortales en diciembre en Kentucky. Por el momento se desconoce si estos hechos están vinculados al calentamiento global.
➡ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo